Ya estamos entre Virgen y Virgen, del Carmen a la Asunción, fechas que los clásicos señalaban como los días de más calor del año. Pero como ahora está de moda renunciar a todo lo clásico y es súper progre decir que cualquier pasado, no solo no es mejor, si no facha, entonces los chamanes de las nuevas religiones dictan sentencia y piensan que de eso nada, que el tiempo meteorológico es caótico por nuestra culpa, mientras se golpean el pecho a puño cerrado y en la sociedad se flagelan unos a otros. Pero a nosotros eso nos importa una higa, porque de lo que queremos hablar es de lo que encierra este magno paréntesis del año, el que va de Virgen a Virgen.

Acabamos de pasar las fiesta de la Virgen del Carmen, que es nuestra Virgen, la Virgen de todos, especialmente de las Cármenes de toda España y de la cultura hispana, porque a todos nos protege gracias a las ventajas de su escapulario y también a los marinos de cualquier tránsito en la mar. También es el banderazo de salida para que los pueblos comiencen a celebrar sus fiestas patronales, casi todas ellas dedicadas a la santísima Virgen. Por desgracia, generación a generación, estas fiestas santas han ido perdiendo su sentido y por lo tanto la esencia del significado. Las fiestas patronales siempre se referían a una especial acción de gracias por los bienes recibidos, normalmente de las cosechas, ya que casi todos los pueblos cultivan entre otras cosas cereal y para estas fechas, prácticamente está cosechado todo en ambas Castillas, Andalucía, Extremadura y Aragón. Esta es la razón de que el calendario de las fiestas de los pueblos no se consolide en una sola fecha ni tampoco en una misma época del año, porque no se corresponden los cultivos de igual manera.

Sin enfadarse, pero con firmeza, debemos decir que lo que hacen a los católicos nos ofende, como ofende un chiste de negros a los negros, de judíos a los judíos o a los enanos, si es de enanos

Pero la falta de sentido, y devoción a su patrón, descristianizado absolutamente de cuatro generaciones para acá, se han convertido en un tiempo de noséporqué tenemos cacharritos en la plaza, bailes, espectáculos, podemos beber como si no hubiera un mañana y nadie nos dice nada, incluso, me rien la gracia. Aún nos quedan los controles de la Guardia Civil, que por nuestra seguridad te empuran, no porque moralmente esté bien o mal emborracharse y conducir ebrio -que está mal en ambos casos porque además atentan contra el quinto mandamiento-, sino porque la ética socialdemócrata no educa, y por eso se autoprotege a base de prohibir y obligar, costeándose también las arcas del Estado, con nuestros errores.

Y en esta sociedad laica, camino de ser laicista, que admite lo que quieras ser mientras no molestes a los demás, como si la trascendencia de nuestros actos no tuviera nada que ver, permite que en esas fiestas de no sé qué, porque ya no son las fiestas de la Virgen de... o del buenazo de San Isidro, ahora ya son las fiestas de pueblo, así a secas -pa'qué más-, que actúa como justificante que todo lo cura y todo lo vale. En esos tres, cuatro o cinco días, los espectáculos son gruesos, las bailarinas ligeritas de ropa y los chistes picantes y/o sacrílegos en general. ¿Y saben por qué? Porque todos se ríen a mandíbula batiente, que eso es lo importante, ¡pasarlo bien y a todo meter! Pero si se te ocurre comentar algo sobre ese chiste que se ríen de los curas o las monjas, de la Virgen o los santos, etc. te dicen que te lo tomas todo muy a pecho, que solo es un chiste y que hay que tomárselo como lo que es. Claro, con esa tirita que cura la herida de que solo es un chiste, pretenden callarte la boca, y no debemos hacerlo. Sin enfadarse, pero con firmeza, debemos decir que lo que hacen a los católicos nos ofende, como ofende un chiste de negros a los negros, de judíos a los judíos o a los enanos si es de enanos. Y no digamos nada sobre diversidades sexuales, con lo que podrías acabar ante un juez por incitación al odio, y eso que solo querías ser gracioso.

¡Qué tendrá la Virgen en España que arrastra masas, mueve corazones y salva vidas!

Pues de Virgen a Virgen, llegamos a la Asunción, la Reina de los Ángeles, la fiesta donde los cristianos católicos nos regocijamos de tener a nuestra madre, la Madre de Dios, tan cerca y tan en directo. Me gusta, siempre me ha gustado, la forma que tienen en León -quizá, también en algún lugar más-, de llamar a este día: Hoy es el día de la Señora. Lo dicen con devoción, hasta los no practicantes. Todavía hay algo en ese fondo de armario que es la cultura y la Gracia que nos puede salvar. Y es que en España, aunque cada año seamos menos creyentes, no dejamos de ser marianos. ¡Qué tendrá la Virgen en España que arrastra masas, mueve corazones y salva vidas! Y qué chusco hay que ser, qué pervertida hay que tener el alma, para querer renegar de este don tan de nuestra cultura y creencia. Es normal que con esta poderosa Madre, nuestros políticos dirigentes, tan dependientes del que dirán -y no digamos del qué harán- los impulsores del NOM, quieran barrer cualquier creencia, especialmente en los países de cultura hispana, cuyas raíces se hunden en el amor a la Virgen, todopoderosa que ha sido siempre un referente de salvación en aquel lugar donde se la venera.

Madre de Dios y Madre nuestra (San Román) Santiago Lanús y prólogo de Javier Paredes. El autor nos lleva de ruta por tres de los centros marianos más importantes de Europa como son Fátima, Ámsterdam y Garabandal. Cuenta sucintamente qué sucedió en cada lugar, porque en las tres hay un mensaje que invita a la conversión y una progresiva revelación más explícita del papel de María Santísima en los tiempos actuales, con anuncios proféticos complementarios. Después de exponer cada una de estas apariciones, se explica su aplicación a nuestros días, su relación entre ellas y las respuestas que correspondería dar a las peticiones de Nuestra Señora.

Canciones para rezar el Santo Rosario (Sekotia) Antonio Fernández Calzado. Poemario creado en décimas o espinelas, recrea el sentimiento y la cultura del hombre que ha logrado aferrar con fuerza en versos rimados los misterios insondables que proponen la contemplación de los pasos de Dios por la Tierra. Uno a uno, hasta el final de las 20 propuestas del Santo Rosario, hace que nos paseemos hermosamente por los días de Cristo en la Tierra, haciendo que nos reencontremos con la profundidad con la que cada uno hemos sido regalados por Dios. Una obra de magnífica calidad, con los detalles y cuidados más exquisitos en la edición del libro. Solo tenerlo como obra de arte, ya merece la pena.

Scripta de María (Instituto Mariológico de Torreciudad) Varios autores. Una colección de libros, uno por año, desde 2005 hasta 2013, que se pueden adquirir por independiente. Se publican estudios e investigaciones vinculadas a la Virgen María o expuestos a su luz. Son de rango científico, doctrinal y teológico sin olvidar su aporte histórico y literario. Considero que son libros de consulta y estudio, quizá no apto para todos los públicos, pero sí para instituciones, universidades, etc. que deseen completar la biblioteca con ensayos de peso.