Los cristianos celebran la Navidad en Pakistán, pero los yihadistas contestan con atentados
Comenzamos la crónica semanal de la persecución a los cristianos en Pakistán, donde miles de policías trabajan en las ciudades gemelas de Islamabad-Rawalpindi para garantizar la seguridad de las iglesias, los barrios y las instituciones cristianas durante el periodo navideño, informa Fides.
Además de esas medidas, se aplican disposiciones similares en otras ciudades importantes del Pakistán, como Karachi y Lahore, para impedir atentados terroristas de carácter yihadista.
El plan especial para proteger la celebración religiosa de la Navidad en Pakistán, preparado por las autoridades policiales, está listo para ser implementado, y las unidades policiales ya han comenzado a visitar las iglesias para preparar medidas de protección adecuadas.
La policía india se desplegará en las iglesias, especialmente durante las misas de Nochebuena y Navidad
"Los agentes de policía han garantizado la cooperación y el pleno apoyo a las celebraciones del día de Navidad. Los agentes serán desplegados en las iglesias de toda la ciudad, especialmente durante las misas de Navidad y de Nochebuena», informó a la Fides el p. Mario Rodrigues, rector de la Catedral de San Patricio en Karachi, quien añadió: «Después de la absolución de Asia Bibi, la situación es muy delicada y tenemos preocupaciones. Estamos rezando por lo mejor".
En Bélgica, la eutanasia y el suicidio asistidos están permitidos. Pero, paradójicamente, un tribunal condenó a un sacerdote por no romper el secreto de confesión de una persona que quería suicidarse. La sentencia, que podría tener graves consecuencias para la vida de la Iglesia, concluye un juicio comenzado hace algo más de un año, en noviembre de 2017, ante el tribunal penal de Brujas, recoge Infocatólica.
El belga Tony Vantomme acudió al sacerdote porque estaba deprimido y sentía impulsos de suicidarse
El sacerdote, Alexander Stroobandt, de 58 años, es capellán de un asilo de ancianos de Brujas y colabora con una iniciativa de apoyo a personas que se encuentran en situaciones de angustia. Los hechos juzgados se remontan a octubre de 2015, cuando Tony Vantomme acudió al padre Stroobandt porque estaba deprimido y sentía impulsos de suicidarse. Trágicamente, a pesar de los consejos que le dio el sacerdote, el hombre terminó por quitarse la vida.
La viuda, Marleen Cordenier, presentó una denuncia contra el sacerdote al descubrir que, poco antes de su suicidio, su marido había tenido una larga conversación con él y había intercambiado dos mensajes de texto. "Tony le dijo que quería quitarse la vida", declaró la Sra. Cordenier.
"Nunca pensé siquiera en llamar a la policía", afirmó el sacerdote. "Estaba obligado por el secreto de confesión. Mi interlocutor se dirigió a mí con toda confianza y me mostró que su intención era seria. Entonces hice todo lo posible para convencerle de que no se precipitara a tomar una decisión. ¿Es culpa mía que él decidiera finalmente acabar con su propia vida?".
Finalmente, el tribunal ha condenado al P. Stroobandt por negligencia culpable. La sentencia ha sido muy ligera: un mes de cárcel, que no tendrá que cumplir, y un euro simbólico en concepto de daños y perjuicios. No obstante, el hecho en sí de que haya habido una sentencia condenatoria resulta preocupante.
En principio, la ley protege el secreto profesional tanto de sacerdotes como de abogados o médicos, que no están obligados a revelar las confidencias recibidas y, de hecho, podrían ser penados si lo hicieran. Sin embargo, la crisis de los abusos sexuales ha motivado que diversos países estén considerando la posibilidad de limitar mucho el reconocimiento del secreto de confesión y de obligar a sacerdotes a romperlo en algunas circunstancias.
Este caso podría no ser más que el comienzo de medidas legislativas o nuevas interpretaciones jurídicas de las leyes existentes que pongan en dificultades a los clérigos que intenten ser fieles a sus deberes sacerdotales. O también convertirse en una nueva excusa para perseguir a los sacerdotes…
Padre Trinchero: los sacerdotes centroafricanos no huyen "porque no son mercenarios"
Por su parte, el padre Federico Trinchero, misionero carmelita italiano, dio testimonio a la Agencia Fides de cómo los sacerdotes de la República Centroafricana no se plantean huir a pesar de la constante violencia que sufren.
"En este 2018 en el que cinco sacerdotes y docenas de cristianos han sido asesinados durante las celebraciones o cerca de sus parroquias, vemos a una Iglesia que aún es joven y frágil, pero que no huye del enemigo y cuyos pastores tampoco lo hacen porque no son mercenarios", dice el padre Federico.
"Los estudiantes del Seminario no son solo estudiantes para mí. Son los futuros sacerdotes de República Centroafricana», insiste el padre Federico. "Han sido testigos de la guerra y ahora están en el Seminario de Bangui porque quieren hacer lo mismo que Célestin y Blaise. Ya como sacerdotes volverán a las diócesis de donde vinieron. Les suelo preguntar si todavía quieren continuar el viaje emprendido y si son conscientes de la misión de alto riesgo que les espera. Odilon, a sus veinte años, responde por todos: 'Tengo miedo, mon père. Mucho miedo pero no cambio de opinión. Todavía quiero ser sacerdote. Me gustaría decirle a Donald que yo también tengo miedo pero que, al mismo tiempo, quiero seguir haciendo lo que hago".
China: abusos y violencia de la policía tras el arresto de 100 cristianos protestantes"
Y en China, cerca de 100 cristianos protestantes y estudiantes del seminario fueron arrestados en Chengdu (Sichuan) entre el 9 y el 10 de diciembre. Algunos fieles, luego liberados, han acusado a la policía por «haber sufrido violaciones y abusos» perpetrados por los policías que los tenían bajo custodia, informa Asianews.
Todos los arrestados pertenecen a la Iglesia de la Primera Lluvia de la Alianza, una Iglesia doméstica no oficial, es decir, no reconocida por el gobierno, cuya guía está a cargo del pastor Wang Yi. A diferencia de muchas iglesias protestante subterráneas, la de la Primera Lluvia de la Alianza practica su fe abiertamente; difunde prédicas y estudios online; evangeliza por las calles de la ciudad; tiene un seminario para que cursen sus estudios los futuros pastores y una escuela primaria a la que asisten 40 niños.
Si bien la policía no quiso explicar los motivos de las detenciones de los últimos días, es muy probable que éstas sean consecuencia de la aplicación de la nueva normativa que regula las actividades religiosas, la cual prohíbe las reuniones sin autorización del gobierno. El pastor Wang Yi, a quien muchos definen como el líder religioso «más valiente» de China, rotuló los nuevos reglamentos como una herramienta tendiente a ahogar la libertad religiosa.
Recientemente, Wang Yi supo descargarse contra el "culto del César", luego de que las asociaciones patrióticas obligaran a los cristianos a colocar –a menudo en los altares– la foto del presidente Xi Jinping.
Antes de ser arrestado, Li Yingqiang había declarado: «Aunque sólo quedásemos cinco, la liturgia y la asamblea [de fieles] seguirían adelante, porque nuestra fe es verdadera… La persecución es un precio justo, que se debe pagar por el Señor. Preferimos vivir de esta manera antes que esconder nuestra fe. Y esperamos que haya cada vez más comunidades chinas que denuncien estas cosas y estén cerca nuestro».