El porcentaje mínimo de inversión en educación para que un país salga de la “pobreza educativa” y progrese es del 7%. España nunca ha llegado a invertir el 5% de su PIB
En lo que va de semana hemos conocido que Sánchez ha cambiado de opinión e invertirá 500 millones en reforzar matemáticas y comprensión lectora, después de que el Informe PISA haya demostrado que los alumnos españoles son cada día más burros. De hecho, los estudiantes españoles obtienen los peores resultados de la última década en Ciencias, Matemáticas y Lectura. Precisamente, dentro de ese plan de refuerzo del Ejecutivo, se está estudiando un reconocimiento económico para los profesores que impartan "matemáticas socioafectivas" según la ley Celáa: sin generar ansiedad a los alumnos.
Pues bien, otra de los aspectos en los que incide el informe PISA 2023 señala que para salir de la “pobreza educativa” un país debe invertir más del 7% del PIB y España no llega al 5%. En consecuencia, y en el caso de España, la inversión en educación se sitúa por debajo de la media mundial y de la Unión Europea. Esto podría estar afectando al desarrollo económico y social de nuestro país.
Según datos del Instituto de Estadística de la UNESCO, en 2023 España invirtió un 4,6% de su PIB en educación, porcentaje que se sitúa muy por debajo de la media mundial.
Según diferentes estudios de expertos, el porcentaje mínimo de inversión en educación para que un país salga de la “pobreza educativa” y progrese es del 7%, cuando España nunca ha llegado a invertir el 5% de su PIB. Por lo tanto, para que mejore el sistema educativo español y progrese adecuadamente, España debe invertir un mínimo del 70% más de lo que lo hace actualmente.
Así, los países que invierten más en educación son los países más desarrollados de Europa y Asia. Estos países han demostrado que la inversión en educación es un factor clave para el desarrollo económico y social de sus propias naciones.
En 2023, la inversión media en educación en porcentaje del PIB en la Unión Europea fue del 5,3%. Los países más desarrollados, como Finlandia, Dinamarca y Noruega, invirtieron un porcentaje del PIB superior al 7% en educación.
A este respecto, la Fundación Madrina recuerda la importancia de la educación y resalta en el día internacional de la Educación, el éxito de su iniciativa "Universidad de Madres", un programa innovador que concilia la maternidad y la educación, y para la que se han inscrito más de 2.000 madres en talleres presenciales y OnLine, que buscan de recuperar oportunidades educativas y de formación que la maternidad les ha negado.
La Universidad de Madres, creada por la Fundación Madrina, es una esperanza para aquellas mujeres madres que buscan completar su educación y adquirir habilidades que les permitan alcanzar la autonomía y el bienestar de sus familias. Desgraciadamente, la violencia escolar y el bullying genera que las jóvenes adolescentes madres sufran frecuentemente abandono y fracaso escolar.
Todas ellas son mujeres vulnerables de más de 50 nacionalidades diferentes, que provienen de situaciones de extrema necesidad, derivadas desde los Servicios Sociales y acuden asiduamente en búsqueda de alimentos al Banco del Bebé de la Fundación Madrina.
Destaca la formación para obtener el título en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), especialmente para muchas jóvenes que han tenido que renunciar a la formación a causa de su maternidad temprana. En la mayoría de los empleos, se exige esta cualificación mínima. Cabe reseñar que muchas jóvenes adolescentes han tenido que abandonar sus estudios a causa de la exclusión escolar y el bullying que han tenido que sufrir en los colegios.