En el mundo okupa cada día encontramos un caso que nos sorprende. Hemos conocido historias que demuestran la caradura y la impunidad con la que actúan: como los okupas que habían convertido la vivienda en un piso turístico y Hacienda multó al propietario o, los okupas que no se iban porque el banco le iba a quitar la casa al propietario, entonces se quedaban hasta que la vivienda fuera del banco. O el okupa que presume con orgullo de no pagar suministro alguno: "lo paga el ayuntamiento"
En esta corriente de caraduras, los okupas se sofistican y se vuelven 'premium', por ejemplo con okupación de hoteles o viviendas de lujo.
Y una nueva muestra llega con unos okupas de una casa en Albacete, como segunda residencia. La familia ya tiene una casa, además de dos coches, pero están considerados vulnerables.
La historia la cuenta el propietario, Manuel. Vive en Valencia, y hace unos meses reicibió una llamada de uno de sus vecinos de Albacete, alertándole de que su casa había sido okupada. El dueño destinaba esta vivienda a alquiler, pero la estaba reformando, por lo que los okupas aprovecharon ese momento para colarse.
Manuel pone rumbo a Albacete donde, junto con cinco agentes de la Policía Nacional: "Los agentes les dicen que salgan de la vivienda y la madre de la familia dice que no se va de la casa porque no tiene a dónde ir. Los agentes se ofrecen a llevarles a un albergue. Pero ella se niega", relata Manuel a Ok diario.
Para sorpresa del propietario se encuentra con dos trabajadores de la una compañía de telecomunicaciones que "me confirmaron que estaban instalando fibra óptica en mi casa okupada, eran los okupas quienes lo habían contratado". Y más, se entera de que los okupas estaban haciendo una reforma para poner la casa a su gusto: "Ellos quieren hacer una reforma porque tenían pensado quedarse tiempo allí".
Pero la cosa no queda ahí, los agentes no pudieron echarles, y Manuel detecta a través de la aplicación de la compañía de la luz que el consumo se ha disparado: "En una semana veo que la facturación es de casi 90 euros", y descubre que la familia okupa había manipulado el contador días después de que él avisara a la compañía de que redujera la potencia: "Debido a esta manipulación de los okupas, la empresa me reclama una factura por el enganche ilegal. Me envían esta factura cuando días antes yo ya había avisado de la okupación y del posible enganche a la red eléctrica", la multa asciende a 1.680 euros.
#LoMásLeído | Una familia okupa un chalet en Albacete para pasar las vacaciones y reforma la casa a su gusto.https://t.co/RRll9VTTGK
— okdiario.com (@okdiario) November 30, 2025
Tras la multa, nueva sorpresa, recibe una notificación confirmando que ha habido un "cambio de titular del suministro": "Son bastante profesionales, han conseguido dar de baja a mi contrato y se han puesto ellos para poder subirse la potencia".
"Han hecho un cambio de titular donde dan de baja mi contrato y lo ponen a su nombre, y se suben la potencia. Esta situación se ha ido repitiendo hasta el mes pasado, es decir, ellos han dado de baja diez contratos míos, diez contratos míos, y ellos se han hecho siete contratos. En esa vivienda ha habido 17 contratos desde el mes de marzo hasta ahora".
Se ve que los okupas necesitan más y han instalado un generador electrógeno que funciona todo el día, lo que ha provocado la protesta de los vecinos. Como decimos, la familia tiene una casa en propiedad, pero en una zona insegura, por lo que han decidido buscarse una segunda residencia.
El propietario asegura que el matrimonio está separado para que la mujer pueda obtener una ayuda social de madre soltera, aunque la realidad es bien distinta.












