Lo contamos hace unos días en Hispanidad, los okupas son 'vulnerables', pero también aspiran a vivir bien. Prueba de ello son los del exclusivo barrio Salamanca de Madrid. 

Se trata de nada más y nada menos de un edificio practicamente entero, okupando 11 de las 16 viviendas que lo conforman. En 2020, la SAREB tomó la propiedad de la mayoría de inmuebles, y en 2023 puso cinco de ellos a la venta, las viviendas fueron adquiridas por distintas familias que hoy conviven con los okupas, con amenazas violencia. La tensión sigue subiendo día tras día.

Pero la SAREB ve 'el lado bueno' de los okupas, y los vecinos han alertado de que no sólo no se está preocupando en desalojar, sino que les ofrece alquiler social. Se ve que el 'okupa y resiste' funciona... en España.

Ante semejante 'chollazo', los okupas han aprovechado el apagón para okupar uno de los pisos que había sido desalojado en enero, contaba con alarma y puerta antiokupa. Pero claro, sin luz la cosa cambia: "A las 22:00 horas, la vecina del segundo empezó a escuchar ruidos el piso de arriba y, cuando subieron, la puerta antiokupa ya no estaba", apunta a Libre Mercado el presidente de la comunidad, que este mismo martes acudía a interponer una denuncia ante la Policía Nacional.

"Y ya van 12 desde 2023". Tal y como advirtieron los propietarios, vivienda que se queda vacía, vivienda que se okupa, principalmente porque los okupas del bloque actúan como 'agentes inmobiliarios' alquilando los pisos de manera ilegal. 

"Aquí ha habido desde pintadas con excrementos humanos hasta bolsas de basura y heces de perro por las escaleras, botones del ascensor reventados, el portero automático con los cables cortados que nos ha costado un dineral e inundaciones porque cuando tienen una avería no llaman nunca a un fontanero", denuncia el presidente de la comunidad al medio. 

Y ojo porque en Badalona, no están mucho mejor: el okupa, un ser que no trabaja, pero es astuto.