
Un campamento de verano en Bernedo, Álava, ha desatado la polémica y el horror entre los niños de entre 13 y 15 años que acudieron. La asociación Sarrea Euskal Udaleku Elkartea era la organizadora.
Lo cuenta The Objective, que ha hablado con las familias de los niños, que fueron los que lo denunciaron ante sus padres, asegurando que se vieron obligados a ducharse juntos en grupos mixtos e incluso con los monitores. El argumento para justificarlo era que desde la organización no creían en "la división de géneros", y que si alguien no se identificaba con el género masculino o femenino, podía sentirse "categorizade".
La versión de las niñas coincide, en esos 15 días de campamento los monitores les obligaban a ducharse junto a los niños, muchos monitores también participaban de estas duchas conjuntas y, además, algunos de ellos se paseaban desnudos por las instalaciones. Una de las madres incluso ha denunciado un caso de acoso sexual hacia su hija por otro niño del campamento, caso por el que "no se hizo nada".
ACOJONANTE.
— Ramón Rouco ®️ (@Ramon_Rouco_) September 25, 2025
Un campamento de verano, denunciado por obligar a los niños a ducharse juntos y con los cuidadores paseando desnudos, incluso se duchaban desnudos con ellos. pic.twitter.com/fXE8mSMG6V
"Nadie nos advirtió de nada de las duchas mixtas. Y algunas de las niñas han salido traumatizadas", ha asegurado una madre en declaraciones a El Correo, contando que alguna ha tenido que recibir apoyo psicológico.
Las madres denuncian que nadie se responsabiliza de lo sucedido. El Ayuntamiento de Bernedo ha puesto el asunto en manos de la Ertzaintza dada la gravedad, por si hay delitos en la actuación de los responsables del campamento.
Los monitores aseguran que no obligaron a desnudarse a los niños, sino que les "proponen quitarse los bañadores para garantizar una mayor higiene". Todo, ojo "para que les jóvenes puedan vivir su propia desnudez y su cuerpo (la menstruación, por ejemplo) con naturalidad y tranquilidad". "Tanto cocineres como monitores trabajamos como voluntaries y con un gran compromiso".
Según se excusa la organización en un comunicado, esas duchas son también "una oportunidad para romper estigmas y liberarnos de la vergüenza y la sexualización". Denuncia una campaña "tránsfoba". "Nuestro proyecto educativo se basa en valores transfeministas y busca crear espacios seguros para todas las identidades y cuerpos". "Cada actividad en los campamentos de verano es una herramienta para cultivar la convivencia, la autonomía y el cuidado mutuo, incluyendo las duchas. Estas también, más allá de ser un simple espacio de higiene, también son una oportunidad para normalizar todos los cuerpos, romper estigmas y liberarse de la vergüenza y la sexualización".
"En nuestra sociedad, los baños y las duchas son una herramienta para dividir a las personas según una lógica binaria y el género". "Esta división, además de excluir diferentes cuerpos e identidades, provoca situaciones de incomodidad y discriminación". "Nuestra misión es garantizar lugares seguros para todos los niños, niñas y jóvenes con espacios mixtos, sin necesidad de identificación de género previa".
Para ellos su campamento "es política" que "cuestiona el binarismo impuesto, promueve la normalización de los cuerpos y busca ayudar a construir entornos más habitables". "El nuestro es un proyecto autogestionado basado en el feminismo, el euskera y el trabajo comunal". "Se trabajan cuestiones de género durante todo el campamento, y los educadores intentamos ser un referente y un refugio, aunque sabemos que sigue siendo un espacio ajeno para ellos. Aunque somos conscientes de que es imposible cambiar radicalmente la situación en 15 días, creemos que el esfuerzo merece la pena, pues hemos visto resultados positivos año tras año".









