Decíamos ayer... que las bendiciones a las parejas gays, perdón a los dos miembros de las parejas gays, no era grave sino muy grave. Me temo que acertamos.

Ni los más moderados entienden el argumento de que se bendice a las personas de la pareja y no a las parejas

La confusión es máxima: obispos y conferencias episcopales enteras ya han anunciado que no habrá bendiciones para unas parejas gays, porque no se puede bendecir lo que el Catecismo condena. El último ha sido el obispo de Asturias, Jesús Sanz, quien, en pocas palabras, en un tuit, ha explicado el problema: Fiducia Supplicans confunde y defrauda... porque ya había sido aclarado por el Papa eso de que bendice a las personas, no a las parejas gays, dos años atrás. Por lo tanto no se sabe a qué viene. Es más, la aclaración del prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, cardenal Víctor Manuel ‘Tucho’ Fernández, no ha tenido mucho éxito, porque no han sido los homosexuales los que han venido a ser bendecidos sino las parejas de homosexuales.  

En concreto, las bendiciones gays de ‘Tucho’ Fernández ya han dividido a la Iglesia. Sólo por eso debería dimitir... o Francisco rectificar, porque es el Papa quien ha dado el visto bueno.

¿Alguien puede creer que esto ha acabado aquí?

Y lo peor es: ¿alguien cree que esto ha terminado aquí? Esto, como el chiste, se hincha.