Abogados Cristianos pide la retirada de unas guías educativas destinadas a niños de entre 8 y 12 años que proponen charlas sobre hazañas LGTBI o crear baños trans inclusivos
En el consistorio marbellí denominan "Píldoras formativas" a unos manuales descargables destinados al profesorado, específicamente, de 2º y 3er. ciclo de Educación Primaria (niños de 8 a 12 años), así como de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), que incluirán un acercamiento a la diversidad sexual, identidad de género y diversidad familiar de los centros educativos; recursos y herramientas para que el profesorado aprenda cómo trabajar la diversidad sexual con el alumnado, así como trabajar la sensibilización, prevención y erradicación del acoso escolar por homofobia, bifobia o transfobia.
Dichos manuales proponen, por ejemplo, garantizar que el alumnado trans pueda utilizar los baños y vestuarios que les correspondan según su género, en el caso de que estén diferenciados o implicar al centro educativo en la celebración de fechas significativas relacionadas con la diversidad sexual, de identidad de género y familiar, como el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia (17 de mayo) o el Día del Orgullo LGTBI (28 de junio). También incluyen como actividades seleccionar diferentes tipos de familias que reflejen la realidad social y cultural de los niños y niñas, como familias monoparentales, homoparentales, adoptivas, reconstituidas, etc. O, proyectar material audiovisual que fomente la diversidad e inclusión LGTBIQ+ como: Nora y su mochila menguante, El colegio de los colores infinitos o Diario Arcoíris, todas ellas películas referentes de temática LGTBIQ+.
Y entre los referentes para los niños, estos manuales apuntan por ejemplo a:
- Soy una pringada (Esty Quesada), quien en una entrevista con Gabriel Rufián dijo: hay que "matar" a los votantes de Vox. O sea, a más de 3,5 millones de españoles.
- Samantha Hudson, activista autodenominado como "no binario" entre cuyos logros más sonados, tal como recoge Religión en Libertad, se encuentra la canción "Maricón", con versos tales como "Soy maric** y me encanta Jesucristo / Pero eso no le importa mucho al p*** obispo / Soy maric** y sé que soy muy promiscuo / Pero eso no les da derecho a ser ariscos / A parte de ETS, cultivo mi fe cristiana".
- Shangay Lily: el conocido activista LGBT y drag queen Enrique Hinojosa Vázquez se posicionó a favor de la profanación de la capilla de Somosaguas y acosó a peregrinos con la bandera LGBT durante la JMJ de Madrid.
Pero hay un punto especialmente destacable, cuando en su texto recogen que: " Vivir libremente la sexualidad requiere que se cumplan los derechos sexuales y reproductivos. Algunos de estos derechos son: tener información y educación sobre sexualidad, el derecho sobre el propio cuerpo, el deseo, la identidad, la orientación y la forma de expresarlas.Tener derecho a mantener relaciones sexuales o no y a elegir con quién". Vamos a detenernos en esta última frase:Tener derecho a mantener relaciones sexuales o no y a elegir con quién" y vamos a recordar a quienes van a ir dirigidos los contenidos de estas guías: a niños de entre 8 y 12 años y de esa edad en adelante. ¿Recuerdan las palabras de la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero: "Todos los niños, las niñas, les niñes de este país tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no lo quieren y que eso es una forma de violencia. Tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento. Y esos son derechos que tienen reconocidos y que a ustedes no les gustan". Fue por tales declaraciones por las que el áctor Eduardo Verástegui, llamó “pedófila” a Montero.
No, Sra. Montero, los niños no pueden consentir tener relaciones sexuales con un adulto, eso no es un derecho, es pederastia y está penado, y por supuesto que no nos gusta. pic.twitter.com/kN82ETYUjV
— Marta de Pedro 🇪🇸 (@Martadpp) September 21, 2022
Resulta que tales "píldoras formativas" contienen una gran carga de adoctrinamiento. Aunque en las guías se incluye un apartado que explica: No se trata de “adoctrinar” o “convencer”, sino de educar en valores como la tolerancia, el respeto o el aprender del diferente y conocer la diversidad del ser humano, en lugar de temerla, de manera que los menores crezcan respetando y entendiendo las distintas realidades que componen la sociedad actual. No se puede cohibir la orientación sexual, la identidad y la expresión de género".
Y, claro, no podía faltar una mención a la OMS: "La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que: “La sexualidad es una parte central de todas las personas a lo largo de toda nuestra vida y que comprende el sexo, la identidad de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. La sexualidad se ve y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales”. Existen muchos tabúes en relación a la sexualidad que hacen que muchas veces no se hable con naturalidad y se haga raro expresar tranquilamente la diversidad en las aulas. Sin embargo, es fundamental que alumnas y alumnos puedan vivir la sexualidad en libertad y sin miedos, teniendo en cuenta la diversidad existente, es un derecho y debemos garantizarlo".
Señores y señoras de la OMS, señora Montero y señores del Ayuntamiento de Marbella: los niños no pueden decidir tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, porque son niños. Y como tales, han de ser protegidos, no expuestos a la pederastia y otros muchos peligros derivados de ese consentimiento que la titular de Igualdad defiende a toda costa. Los niños no se tocan, los niños se protegen.
Y, por último, en Hispanidad sostenemos que en materia de sexo, a los niños deben educarles los padres, no los profesores, porque la educación sexual consiste en explicarle al niño que el sexo y el amor van unidos... o ambos se pervierten al alimón.
Precisamente, en este punto ha hecho hincapié Abogados Cristianos al pedir la retirada de las guías alegando la falta de competencias del Ayuntamiento en educación, así como el derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos.