Según el último Informe de la aseguradora alemana Allianz, la más importante de Europa, discípulo aventajado, al igual que la francesa Axa, del Nuevo Orden Mundial (NOM), la violencia se está disparando en el mundo y se va a disparar más, lo que puede afectar al funcionamiento de las empresas, que es lo que más preocupa a la multinacional alemana. 

Lo resume, más que bien la propia Allianz, cuando analiza la violencia creciente en el mundo y cifra en 12.000 millones las pérdidas provocadas a las compañías en tan sólo seis incidentes. 

Que no nos engañen; Allianz, como otros satélites de la galaxia NOM, cada día más cristófobo, no pretende ni tan siquiera advertirnos, lo que pretenden es acobardarnos. El Nuevo Orden Mundial anticristiano nos quiere amedrentados, paralizados y sumisos. Y para lograr todo eso necesita inocularnos miedo. Claro que la violencia va en aumento en el mundo, pero no porque la gente se sienta ofendida cuando una empresa reabre una mina de carbón (si tenemos frío tendremos que calentarnos) y se eche a la calle a romper escaparates. 

¿Reaccionan violentamente contra lo que ataca a sus valores o contra lo que estorba sus caprichos? El informe de Allianz olvida que hay guerras justas y guerras injustas, que hay violencia justa, violencia justificable y violencia inadmisible. Y que no hay paz sin justicia. 

Por ejemplo, qué responderían los autores del Informe Allianz a la siguiente pregunta: ¿La defensa de Ucrania que capitanea Zelensky es justa o injusta? Justa, ¿verdad? Pues se trata de una violencia feroz. Y si ahora Rusia fuera perdiendo la guerra y utilizara armas nucleares, ¿sería justificable? Naturalmente que no, por desproporcionada. En cuanto a la agresión unilateral de Moscú, los redactores del informe dirían que sencillamente se trata de una violencia inadmisible. Por tanto, existe violencia buena y violencia mala. Le legítima defensa, siempre a respuesta de una agresión y siempre proporcionada, es aceptable.

Parece una violencia provocada porque hemos abandonado los derechos de verdad, empezando por el derecho a la vida. Es decir, hemos expulsado a Cristo de nuestras vidas y no nos damos cuenta de que no podemos vivir sin él

Sobre todo, lo que falla en el mundo de este siglo XXI no es la paz sino la justicia. Y es que no hay paz sin justicia ni hay justicia sin perdón. Y el perdón, ojo, sólo es para el que lo pide, para el que se arrepiente. 

Volviendo al informe de Allianz, me temo que es cierto, que la violencia va a más en el mundo. Ahora bien, esto parece una violencia bastante programada y, sobre todo, provocada. Provocada porque hemos abandonado los derechos de verdad, empezando por el derecho a la vida. Es decir, hemos expulsado a Cristo de nuestras vidas y no nos damos cuenta de que no podemos vivir sin él.

Pero insisto, el informe de Allianz en mi opinión es cierto; la violencia va a más y creo que al Nuevo Orden Mundial le conviene el caos que provoca la violencia creciente, porque solo el miedo a esa violencia le permite allanar cualquier oposición a su tiranía. El NOM nos quiere amedrentados que es la mejor forma de imponernos sus contra-valores. Es decir, sus barrabasadas.

El grito más necesario en 2023 es el que pronunciara San Juan Pablo II en 1978, desde la logia de la Plaza de San Pedro: “No tengáis miedo”. Su razón para no temer a nadie es que la mano de Dios siempre está tendida hacia el hombre. Y con Cristo no hay miedo.

Por cierto, la forma más tremenda y letal de violencia hoy en día es el aborto, tanto quirúrgico como químico. Y los antidisturbios no necesitan intervenir. La salvajada del aborto y otras violencias democráticas sí deberían aterrarnos.