El próximo día 10 de octubre se quiere hacer un alto en el camino y llamar la atención sobre este zulo informativo que es el silencio sobre la tasa de suicidios. Una tasa que sin duda muestra el nivel de vidas desahuciadas por la tristeza, por la perdida del sentido de la vida que se da en todas las edades y condiciones sociales.

Me parece escalofriante: en España hay el doble de suicidios que por accidentes de tráfico, mientras nos inflan a multas por el bien de todos... ¡Pura hipocresía puritana! Ahora resulta que el suicidio es la tasa de mortalidad más alta de España, y todos los responsables callados. Léase por responsables los que todo lo manduquean, que son los políticos, que gastan ingentes cantidades de dinero en campañas y pesebres políticos, pero que son incapaces de centrarse en lo que importa, que son los débiles, menos favorecidos y el bien común. Por seguir con el ejemplo del tráfico rodado, imagino que se hacen campañas porque no se puede ocultar unos hechos tan públicos, y que aunque sean dolorosos no se esconde por los familares como sí sucede con el suicidio. Pero siendo honrados, bien se podría hacer una prevención, anunciar qué o cuales son los sintomas -que los hay- y que deben alertar a la familia o conocidos para tratar de poner freno a un acto tantas veces cumplido por personas normales.

Siendo honrados, bien se podría hacer una prevención de los suicidios como se hace con los accidentes de tráfico

La revista digital psicologiaymente.com asegura que "El suicidio sigue siendo un tema tabú en nuestro país, y en otros muchos. Supone un fracaso como sistema, tanto político, social, sanitario, legal e incluso cultural. Y sin embargo, seguimos teniendo pocos datos e información sobre él". Y sin quitar un ápice de razón a lo que dicen, yo pregunto a esos partidos que se llaman progresistas y que proponen la eutanasia como salida a una muerte digna... ¿No es un despropósito, asustarnos porque alguien se quite la vida desde un sexto piso y que sin embargo pongamos la maquinaria legislativa y todos los medios en un hospital aséptico, controlado clínicamente para lo mismo? -atención a la retórica-.

Sin lugar a dudas, los suicidios debieran ser también preocupantes desde el punto de vista social. Es un claro análisis de la verdadera calidad de vida el empeño que se ofrece en la sociedad del bienestar y el completo olvido por el bienser. ¿Qué valor tiene el ser humano para la sociedad? Pues a la vista está, muy reducido, porque solo resulta ser un objetivo de vida para sus seres más queridos. Y no digamos nada de los que viven solos en la vida. El valor intrínseco de la persona se mide por la trascedencia que tenemos de nosotros mismos, y de nosotros sobre los demás. Cuando se pierde la visión sobrenatural, y apenas queda nada en terminos relativos, de la sociedad del ser humano, compuesto de alma y cuerpo, al final nos quedamos nada más que con lo material, es decir, con la capacidad de producir o de ser útil. Las cuentas son las que mandan y entonces la dignidad es un valor relativo porque depende de un balance. Un futbolista es un producto de marketing que cuesta muchos millones y produce muchos más; un trabajador es útil mientras sea capaz de producir dos veces más que el valor de su sueldo; Greta Thurnberg viajará por el mundo gratis y podrá echar broncas a los políticos, mietras sirva a la causa de Soros... Pero el día que no producan dinero, piezas industriales o mensajes emocionales, pasarán al olvido o al paro por un tiempo.

Greta Thurnberg viajará por el mundo gratis y podrá echar broncas a los políticos, mientras sirva a la causa de Soros...

Esto nos lleva a un caso más triste todavía, la eutanasia, eso que quieren llamar muerte digna. La eutanasia es el remedio neoliberal que elimina a aquel que no es útil ni a la familia. Por supuesto, lo sé, lo he expuesto de forma muy directa, pero es que la verdad es directa, rotunda, o no lo es. Podría usar eufemismos pero para eso ya están la ONU y los progres y, la verdad, a mí no se me dan nada bien. La eutanasia es la consecuencia del aborto. Si el nacimiento, la gestación de una vida es un derecho de la mujer madre, la vida enferma de los padres pasan a ser un derecho de los hijos. Claro, dicho así no convencería a nadie. El pecado se propone como algo seductor, si no nadie pecaría. Para eso está la planificación del mensaje, el seguimiento desde los medios de comunicación y la legislación falaz que pretende dar derechos de muerte en vez de vida. La ley, las leyes, no pueden ir en contra del individuo ni contra el bien común.

La Iglesia aclara que el quinto Mandamiento de la Ley de Dios protege y advierte con claridad sobre la muerte, y llama la atención sobre lo que denomina homicidio voluntario en el número 2268:  El infanticidio (cf GS 51), el fratricidio, el parricidio, el homicidio del cónyuge son crímenes especialmente graves a causa de los vínculos naturales que destruyen. Preocupaciones de eugenesia o de salud pública no pueden justificar ningún homicidio, aunque fuera ordenado por las propias autoridades. En fin, el chocolate espeso... Se comprende que la pragmática socialdemocracia no quiera ni oír hablar de la Iglesia, porque no hay un solo punto que no le ponga palos en las ruedas a su proyecto progresista de crear un hombre nuevo, acobardado con la  muerte y líbérrimo para deshacerse de aquello que no quiere. La vida se ha convertido en un producto de consumo y a un alto precio, que en ocasiones cuesta la propia vida. Vivimos según nos parezca y podamos pagarlo, y cuando no lo consigues estás ahíto, ya no queda más qué hacer y la vida resulta inútil... Inservible... Caduca. Los cristianos tenemos obligación de testimoniar nuestra fe con la vida, con todas las vidas.

El final de la vida (Palabra) Roberto Germán Zurriaráin. Un librito por su tamaño, pero que no debe engañarnos por su contenido. Alaba la forma de morir lo más familiarmente posible, ya que la medicina pailativa es capaz de hacerlo. También se enfrenta a los que se empeñan en la muerte digna que procura la eutanasia o la obstinación terapéutica mal entendida. Un ensayo tan necesario como actual, o al revés, tan actual que por eso mismo es necesario.

Eugenesia y eutanasia (Sekotia) Guillermo Buhigas. El socialismo, el comunismo y el nacionalsocilismo fueron pioneros, tanto para su cobertura teórica como en su práctica de la eugesia y la eutanasia. Hoy, muchos de los promotores de algunas o de todas esas prácticas son los mismos que promueven estas medidas “ecologistas” radicales de forma dogmática basados en las tésis maltusianas o darwinianas totalmente desfasadas pero que siguen sirviendo para los propósitos propagandisticos de sus objetivos, que pasan por justificar la muerte necesaria.

El hombre en busca del sentido (Herder) Viktor E. Frankl. Un clásico que nunca deja de estar al día, y si de lo que hoy hablamos es precisamente de muerte voluntaria, es porque el hombre ha perdido precisamente el hilo conductor que le lleva a la vida que vive. El doctor Frankl, solía preguntar a sus pacientes aquejados de múltiples padecimientos: «¿Por qué no se suicida usted?»Hoy en día la pregunta debería ser la contraría como medida preventiva para no dar ideas.