En Kenia, en el transcurso de una semana dos sacerdotes católicos ha sido asesinados.

El más reciente ha sido el asesinato del padre Alloyce Cheruiyot Bett, acribillado a tiros el 22 de mayo en la zona de Tot, en el valle de Kerio, condado de Elgeyo Marakwet, informa Fides.

El cura Alloyce Cheruiyot Bett había celebrado misa en la Jumuiya (pequeña comunidad cristiana) de la aldea de Kakbiken, cuando unos individuos armados le dispararon.

Autoridades locales han detenido a seis personas presuntamente relacionadas con este asesinato que, a priori, y según un portavoz policial, no está causado por el móvil del robo. Otras fuentes piensan que los agresores podrían haber sospechado que el cura era informante de los agentes de seguridad. 

Por otra parte, el pasado 15 de mayo, el padre John Ndegwa Maina, párroco de la iglesia de San Luis en Igwamiti, murió como consecuencia de las heridas provocadas por una agresión. El padre fue encontrado todavía con vida en la autopista Nakuru-Nairobi, a varios kilómetros de su parroquia. Fue trasladado a un hospital pero no se pudo hacer nada por su vida, informó Fides.

La agencia vaticana Fides tampoco proporciona ninguna información acerca del móvil de esta agresión.

Sin embargo, no hay que olvidar que en Kenia opera el grupo yihadista somalí Al Shabab. De hecho, a principios de mes, asesinó a cinco policías en un ataque en Lamu, cerca de la frontera con Somalia.