Israel y el asunto Intxaurrondo
Silvia Inchaurrondo lleva camino de convertirse en la musa televisiva del Sanchismo. Lo que salga de su boca y del Canal 24 horas, créanme, es la tesis oficial del régimen acerca de todo y de todos.
Días atrás, hablando de la feroz guerra de Gaza, doña Silvia se apuntó a un comentario irónico: bueno, los palestinos llevan esperando por su Estado desde 1948.
Pues mire, no, señora Inchaurrondo. Los palestinos llevan desde 1948 intentando destruir el Estado de Israel... que no es lo mismo.
En 1948, Naciones Unidas reparte el territorio (muy mal repartido, estamos de acuerdo, pero reparto al fin) para que se instalaran esos dos estados que ahora repiten Pedro Sánchez y usted misma, Doña Silvia. Ocurrió que, la misma noche de la proclamación ONU, nunca aceptada por los árabes, milicias palestinas, a las que luego apoyarían nada menos que cinco estados soberanos musulmanes, se lanzaron a matar judíos.
A partir de entonces, comienza la leyenda de la Palestina víctima. Es cierto que ese pueblo ha sufrido mucho desde entonces pero también se puede decir que ellos se lo han buscado. Los palestinos no quieren un Estado, quieren destruir al Estado y al pueblo hebreos.
Las guerras, también la actual, las han empezado siempre los palestinos, no los judíos. Siempre, en 1948, en 1967 y en 1973. Y han fracasado, no porque fueran inferiores en número, que no lo eran, sino porque enfrente tenían a un pueblo que lleva 20 siglos sobreviviendo.
Es cierto que ahora toca pedir a los israelíes que no abusen de la guerra cobarde, la de los cazas bombardeando ciudades. Tienen que batallar en tierra pero, aún así, hay que recordar primero que esta guerra de Gaza la han iniciado los palestinos con el mayor atentado terrorista en número de muertos desde las torres gemelas y que los palestinos siempre hacen la guerra más cobarde de todas: la guerra terrorista. Hamás primero asesinan y luego se esconden detrás de sus hijos.
El asunto Inchaurrondo es preocupante porque está muy generalizado. Quizás demasiado.