Cristianos perseguidos en India (Foto ACN)
Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en la India, donde un matrimonio cristiano, Narendran* y Kavita* (nombres ficticios), fue agredido por radicales hinduistas, cuenta Puertas Abiertas.
Narendran se convirtió desde el hinduismo al cristianismo tras experimentar la acción del Espíritu Santo en forma de sanciones. El siguiente paso que dio fue ejercer como pastor cristiano y, junto a su mujer, empezó a predicar el evangelio. Como él mismo cuenta, a través de su ministerio “Dios hizo muchos milagros”.
En su afán apostólico adquirieron un pequeño terreno en el que edificaron una cabaña de bambú que utilizaron como oratorio durante unos diez años.
Pero en su aldea, a una parte de la población semejante actividad no gustó nada. Y una noche, “mientras la reunión de oración se llevaba a cabo, noté a algunos muchachos junto a la puerta, mirando alrededor. Dos de los chicos me gritaron: ‘¿Por qué están haciendo tanto ruido? No pueden hacer oraciones aquí’”, recuerda Kavita. Narendran añade: “Me dieron golpes en los ojos, rasgaron mi camisa y me golpearon severamente. Luego comenzaron a agredir a mi esposa, quien cayó inconsciente”.
Desde entonces, una parte de los fieles que frecuentaba el oratorio dejó de acudir. Pero a pesar de todo, el matrimonio está dispuesto a seguir adelante con su fe en Jesús y predicado el evangelio.
(Una cárcel iraní)
Nuestro siguiente destino es Irán, donde un pastor cristiano, de nombre Anooshavan Avedian, ha sido puesto en libertad tras permanecer un año en la cárcel de Evin (Teherán) y haber sido condenado a prisión durante diez años por ser cristiano, informa Puertas Abiertas.
Afortunadamente, al cumplirse doce meses, este pastor fue liberado. Cabe recordar que el año pasado, el Comité de Derechos Humanos de la ONU se dirigió a Irán para que pusiese «inmediatamente en libertad a las personas encarceladas por ejercer su derecho a la libertad de religión o de creencias» y a garantizar que reciben «una indemnización adecuada».
En este momento, otros 21 cristianos permanecen en prisión tan solo por serlo, es decir, por creer y seguir a Jesús.
(Violencia endémica en México)
Nos vamos ahora a México, donde el crimen organizado y las narcobandas someten a los cristianos a presiones por no plegarse a seguir su modo de vida, informa Puertas Abiertas.
Algunos de estos cristianos se dedican a ayudar a personas que han caído en las redes del narcotráfico. Y por eso son atacados por los criminales. Por ejemplo, este año un joven al que ayudaban los cristianos fue torturado para que rebelas qué pastor le estaba ayudando. Desde entonces ese pastor ha sido perseguido y amenazado de muerte. Hasta el punto de que tuvo que huir del lugar junto a otros creyentes.
Concretamente, en el estado de Chiapas, unas 3.000 personas tuvieron que dejar sus casas a causa de estas prácticas mafiosas y a las luchas entre las narcobandas. Y no solo eso, unas cien iglesias han tenido que cerrar.
Por todo ello, la iglesia católica pidió a la nueva presidenta, Claudia Sheimbaum, que combata la delincuencia y a las narcobandas.