Todo ha ocurrido en Darro, en Granada, donde una familia ha decidido okupar la segunda planta de un edificio destinado a ser un centro médico
La caradura okupa no conoce límites, y la permisiva regulación española los hace actuar con total impunidad. Muestra de ello es el caso del que se ha hecho eco el equipo de Vamos a ver. Todo ha ocurrido en Darro, en Granada, donde una familia ha decidido okupar la segunda planta de un edificio destinado a ser un centro médico.
Según los okupas el edificio, propiedad del ayuntamiento de la localidad andaluza, está abandonado. El programa ha hablado con Josefa, madre de Juan, el okupa, quien asegura que su hijo no ha forzado la puerta: "Esa puerta estaba tirada abajo por los que se meten droga por las venas. Esa puerta está tirada abajo por los que fuman droga, beben y se acuestan con gente joven".
Además, sostiene que ella podría darles una solución habitacional, pero claro, su hijo es "independiente" y por eso carga con su irresponsabilidad a todos, okupando un edificio público: "Yo tengo donde meterlos en mi casa, pero ellos son independientes y están ahí hasta que encuentren otra cosa".
Por supuesto, su hijo es pacífico y los rumores de conflictos son porque los vecinos "hablan por detrás" porque son "gitanos y hay mucho racismo". "Desde que está aquí mi hijo, esto está todo limpio. Por esa puerta entraban a fumar droga. Manuel, como alcalde, se tendría que preocupar por la gente que necesita una vivienda y se la da a otros que vienen de otros sitios. Si es alcalde, lo es para todo. Creo que va antes la gente de tu pueblo que la que venga de fuera". Vamos, que todos los vecinos deben estar agradecidos al okupa: no van a tener centro de salud, pero está todo limpio, qué más quieren.
Al hilo de esta noticia merece la pena recordar que no es el único caso de okupación de edificios públicos, sólo hay que ver la cantidad de viviendas propiedad de la SAREB que sufren a los okupas... pero no pasa nada, porque la okupación es un bulo, ya lo dijo Sánchez, y él nunca miente.