Religiosas secuestradas en Nigeria
Una adolescente cristiana de 15 años fue raptada, vendida y dada como esposa a un hombre musulmán, tras una conversión forzosa. La joven se llama Shalet Javed y proviene de una familia sumamente pobre de Pakistán. Su historia salió a la luz gracias a la British Pakistani Christian Association (BPCA), que sigue el caso y está ayudando a la familia a lograr que su hija vuelva a casa. Wilson Chowdhry, presidente de la asociación, denuncia: “Es el enésimo, vergonzoso caso de rapto, violación y matrimonio forzado que tendremos que colocar en la lista”, contó Asia News.
Wilson Chowdhry protesta por la actitud tomada “por la policía, que no registró la denuncia de inmediato. Esta es la prueba lamentable de la corrupción imperante que rige en las fuerzas de la policía del Pakistán. Y lo que es peor, las únicas dos personas implicadas en el caso de violencia sexual han quedado libres bajo caución”.
En Pakistán, el fenómeno de los secuestros y conversiones forzadas es una plaga que aflige al país. En los últimos tiempos, la sociedad civil se alzó en protesta por el rapto de dos hermanas hindúes, pero los casos persisten y no hay señales de que vayan a disminuir. Según Chowdhry, “cerca de 700 jóvenes cristianas se encuentran atrapadas en esta horrenda tradición, perpetrada por hombres musulmanes que se sienten atraídos por mujeres más jóvenes. Ellos saben que infringen la ley, pero quedan impunes gracias a la Sharia”. Algunos “imanes sinvergüenzas –agrega- prometen un lugar especial en el paraíso para aquellos que realizan conversiones forzadas de esta manera”.
"Acogemos con gran consternación la noticia del aumento de los secuestros y asesinatos de sacerdotes y religiosos en Nigeria"
Mientras eso ocurre en Pakistán, en Nigeria los cristianos también padecen persecución. "Acogemos con gran consternación la noticia del aumento de los secuestros y asesinatos de sacerdotes y religiosos en nuestro país", asegura el mensaje resultante de la primera Asamblea Plenaria de la Asociación de directores de comunicación diocesanos de Nigeria que se celebró en el Centro Pastoral de San Juan Pablo II, en Makurdi, en el estado de Benue, del 25 al 29 de marzo, informa Fides.
El mismo día de la apertura del evento, el 25 de marzo, otro sacerdote nigeriano, el padre John Bako Shekwolo, fue secuestrado en su casa en el pueblo de Ankuwai, en el estado de Kaduna, de Nigeria. Solo una semana antes, el 20 de marzo, el cuerpo del padre Clement Rapuluchukwu Ugwu, párroco de la iglesia de San Marco, quien había sido secuestrado el 13 de marzo, fue encontrado en Obinofia Ndiuno, en la zona de gobierno local de Ezequión, en el estado de Enugu.
"La Iglesia ha sido y sigue siendo la voz y la esperanza de los que no tienen voz en nuestra sociedad", recuerdan. "Esta función ha sido desempeñada por sacerdotes y religiosos por lo que prescindir de sacerdotes y religiosos implica la desaparición de la Iglesia y de lo que esta representa". Ante esta ola de crímenes que amenazan la vida de la Iglesia, estos responsables de comunicación hacen un llamamiento a la Conferencia Episcopal de Nigeria para que "busque las causas de los secuestros y asesinatos de sacerdotes y religiosos y trabaje con el gobierno para poner fin a estos actos sacrílegos".
Se suceden los actos vandálicos contra símbolos cristianos en Indonesia
Y en Indonesia, unos sujetos no identificados destrozaron, dañaron y quemaron varias cruces de madera en el cementerio cristiano de Bethesda en Mrican, en la ciudad de Yogyakarta, informó Asia News.
La policía asegura que se han iniciado investigaciones sobre el caso. El móvil aún se desconoce, pero lo cierto es que el episodio se suma a una larga lista de casos de intolerancia que en los últimos años han sucedido en Yogyakarta, capital de la homónima Región especial. El territorio está gobernado por un monarca, más precisamente, un sultán.
En diciembre de 2018, los habitantes de Purbayan quitaron el brazo superior de la cruz colocado en la tumba de Albertus Slamet Sugihardi, tras haber comunicado a la viuda, María Sutris Winarni, que el cementerio era "para uso exclusivo de los musulmanes". Para evitar tensiones con la comunidad islámica, la familia católica tuvo que decidir realizar el funeral en forma privada.
Algunas semanas después, también hubo actos vandálicos contra tumbas cristianas en Java Central, a unos 30 Km al norte de Yogyakarta. Además, los episodios continuaron en otros cementerios de Megalang: primero en el cementerio público de Giriloyo y luego en los camposantos de Kiringan y Malangan.
El último caso data de la semana pasada y se refiere al pintor católico Slamet Jumiarto. El hombre se había mudado con su esposa y sus hijos a Keret, un sub-distrito de Pleret. Al día siguiente de su arribo, el jefe del pueblo y la comunidad local comunicaron a los recién llegados que tendrían que irse, porque sólo los musulmanes podían comprar o alquilar casas o terrenos.