Sergio Puerto trabajó 6 años en Moncloa, durante el Gobierno de Zapatero. En el reportaje que publica El Mundo, Puerto declara que siempre he sido un defensor, un militante, de pelear contra la violencia de género».«Pero por culpa de esa ley que aprobó el Gobierno al que yo pertenecí, y al que siempre defenderé, mi ex mujer se llevó ilegalmente a mis hijos durante dos años a Mallorca y nada lo impidió. Ni siquiera el juez, que le advirtió de que no podía llevárselos, porque estaban radicados en Madrid».

Puerto reconoce que «Por mucho que el juez lo archive todo, por mucho que no haya ni una sola prueba, como en mi caso, el estigma se te queda tatuado. Siempre vas a ser el tipo que fue denunciado por violencia de género. Conoces a alguien, te enamoras y eres correspondido, pero cuando le cuentas eso te empieza a mirar raro: tienes que demostrar tu inocencia, algo que además es imposible -es lo que se conoce como la inversión de la carga de la prueba, presente en los delitos de odio-.

PADRE

Según Puerto «la Justicia acabó permitiéndole hacer lo que le diera la gana con mis hijos gracias a tres denuncias que quedaron en nada. Sólo invocando una presunta violencia de género que era falsa, como al final se demostró, el procedimiento de Familia se paró y el juez no hizo nada por proteger ni mis derechos, ni los de los niños: sólo se protegieron los de ella».

Puerto se enfrenta ahora a un último y aún más complicado trago para recuperar a sus hijos: vencer la propia resistencia de los dos menores, que se niegan a volver con él a Madrid después de dos años en Mallorca, con su madre.

Este padre de familia aclara que, aunque cree que muchos abogados recomiendan a sus clientes denunciar violencia de género para quedarse a sus hijos, su reivindicación «no va contra las mujeres en absoluto, eso es lo mismo que decir que hay que creer a las mujeres cuando denuncian cosas por el hecho de serlo: no, el género no puede decir que una persona es buena o mala, eso es la misma discriminación que se denuncia, puro racismo. Además: ¿y el daño que causan estas denuncias falsas a quienes de verdad sufren violencia de género?». «Durante este tiempo he escuchado a mucha gente decir: "Bueno, tú no puedes ver a tus hijos, pero ellos están con su madre, estarán bien". ¿Y yo, que soy su padre? ¿No tienen los niños derecho a disfrutar de mí, y viceversa? ¿No queremos igualdad entre hombres y mujeres? ¿Es que las madres son más importantes que los padres? ¿No queremos igualdad real?».