Recientemente, un alumno del instituto público de Colmenar Viejo, en Madrid, apuñaló a uno de sus profesores en las inmediaciones del centro. Según El Debate, el joven, de 17 años y origen magrebí, le asestó dos puñaladas en el costado derecho y en la espalda. 

El móvil de la agresión todavía se está investigando, pero se cree que tiene que ver con las notas y con que las relaciones entre docente y alumno no eran buenas. Lo que sí tienen claro fuentes de la policía local de Colmenar -siempre según El Debate- es que la intención del menor no era solo herirle y que si las puñaladas le hubiesen perforado el pulmón, podría haber muerto.

Mientras en Almería, una profesora ha denunciado la agresión de un grupo de estudiantes, menores de edad, que presuntamente la insultaron y amenazaron al cruzarse con ella por la calle. Al parecer, uno de ellos comenzó a increparla e insultarla y, aunque todos apoyaron las frases del joven, uno de ellos intentó defenderla.

En la denuncia presentada a la Policía Nacional, la profesora indicó que también le habían arrojado una piedra, pero que no llegó a darle.

La profesora acudió al hospital, donde se le emitió un parte de lesiones por un cuadro de ansiedad, que presentó junto a la denuncia. 

Expertos en criminología como Samuel Vázquez apuntan a una clara relación entre las nuevas políticas educativas -véase la ley Celáa- y la falta de respeto a la autoridad, en este caso docente, al sustituir dicha figura e incluir entre los contenidos que deben estudiar los alumnos inteligencia emocional y asambleas. 

samuel