El 27 de enero de 1979, Jesús Ulayar (54 años) fue asesinado por ETA en el pueblo navarro de Echarri-Aranaz. Los etarras le pegaron cinco tiros en presencia de su hijo Salvador, de 13 años.

Ulayar había sido alcalde de esa misma localidad navarra entre 1969 y 1975.

No contentos con eso, desde entonces, el entorno de ETA hizo la vida imposible a su viuda y a sus cuatro hijos, mediante el habitual acoso consistente en agresiones, insultos, amenazas, pintadas a favor de ETA en su propio domicilio, etc., como recuerda COVITE.

Y esa presión y acoso dura hasta nuestros días. Porque, recientemente, en la fachada de la casa de los Ulayar, en ese mismo municipio de Echarri-Aranaz, se realizó una pintada a favor de ETA.

Ante semejante humillación, el partido político Unión del Pueblo Navarro (UPN) -por medio de su concejal Juan Frommknecht Lizarraga- pidió en el ayuntamiento del municipio que fueran los servicios de limpieza municipales quienes asumieran el gasto de esa y de cualquier otra pintada en favor de ETA y procediesen a eliminarla.

¿Y qué pasó? Que el ayuntamiento, gobernado por EH Bildu, respondió que fuera la propia familia Ulayar quien limpiase la pintada. Y no sólo eso, sino que, tiempo antes, esa misma corporación batasuna decidió tapar con contenedores de basura el lugar donde fue asesinado Ulayar, que la familia solía honrar con flores.

El propio Frommknecht declaró: "Es el colmo de la humillación a las víctimas que tu ayuntamiento te exija limpiar la pintada de ETA que te han hecho en su fachada".

Y este suceso se produce en el contexto del blanqueamiento de EH Bildu por parte de Pedro Sánchez, porque le interesa como socio para poder ser presidente del Gobierno y para poder seguir gobernando España. Y eso, después de haber repetido en sucesivas ocasiones "con Bildu no vamos a pactar...".

Someter a una familia víctima del terrorismo como los Ulayar a la humillación de sufrir una pintada en favor de ETA en su propio domicilio y, encima, exigir que sean sus propios hijos quienes la limpien no es ya solo humillación, sino crueldad.

Y en socios como estos -que nunca han condenado los asesinatos de la banda terrorista ETA, es decir, que siguen legitimando la violencia como instrumento político si fuera necesario- se apoya el presidente del Gobierno y actual secretario general del PSOE (muchos socialistas han sido asesinados también por los terroristas de ETA) para gobernar.

Y no sólo eso: les da cosas a cambio de sus votos, la última: la alcaldía de Pamplona mediante una moción de censura a UPN para hacer alcalde a Joseba Asirón, de EH Bildu, que tendrá lugar el próximo 28 de diciembre.

Y sin vergüenza alguna. Esto es lo que hay en España ahora mismo.