El 25 de enero de 2023, Diego Valencia, el sacristán de la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma (Algeciras) fue asesinado por el terrorista yihadista Yassine Kanjaa.

Kanjaa ha permanecido ingresado en un centro psiquiátrico penitenciario de Sevilla

En ese ataque también resultó herido el párroco Antonio Rodríguez, fallecido meses después pero no por las heridas que le infligió el terrorista, sino por culpa de la enfermedad de cáncer. 

Hoy lunes, la Audiencia Nacional ha iniciado el juicio contra Yassine Kanjaa, para el que la Fiscalía pide 50 años de cárcel por delitos de asesinato, tentativa de asesinato y lesiones, todos ellos de carácter terrorista. Además de una indemnización de 150.000 euros a la viuda del sacristán y con 50.000 euros a cada uno de sus hijos; a los herederos del sacerdote herido grave -que falleció casi un año después- con 17.000 euros, y con 3.700 euros a otro sacerdote que resultó herido de menor gravedad.

La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) se ha personado como acusación popular y pide para este hombre 58 años de cárcel, al igual que Abogados Cristianos.

En su día, la diputada de Vox Rocío de Meer destacó: "Le asesinaron por ser cristiano". 

Mientras que la podemita y ultracomunista Ione Belarra opinó que lo primero que había que hacer era defender a una población, la musulmana, que ya estaba muy "estigmatizada".