Mientras el régimen comunista chino sigue oprimiendo a los cristianos, occidente mantiene un vergonzoso silencio.
En China, recientemente, el gobierno municipal de Beijing cerró iglesias cristianas no oficiales. Una fuente cristiana explicó a AsiaNews que entre los lugares de culto afectados hay una iglesia católica cerca de Shunyi: “Sabemos solamente que la policía visitó algunas iglesias y ordenó su clausura”. Ni Yulan, miembro de la ‘Fraternidad del amor sagrado’, narra a ChinaAid: “El control del gobierno es siempre más irresistible. Se están preparando para atacar, por esto juntan informaciones. Y es sólo el inicio”.
El texto, firmado por 34 iglesias no oficiales, subraya como las recientes revisiones a los reglamentos religiosos adoptadas por el gobierno han violado los derechos de los fieles: “La vida normal de un creyente fue violada y obstaculizada y esto causó daños emotivos ingentes. Se atacó además al sentido de patriotismo que anima a los cristianos, abriendo la posibilidad a conflictos sociales. La situación parece empeorar día tras día”.
El Consejo de estado chino aprobó un nuevo paquete de reglamentos sobre las actividades religiosas. La finalidad, eliminar el culto cristiano no registrado
Para superar esto, escriben los líderes cristianos, “las autoridades deben respetar la libertad de religión tutelada por la Constitución de China. Ese texto contiene muchos derechos que en realidad el Estado mono-partido no respeta. Las iglesias tienen un verdadero deseo de diálogo”.
El Consejo de estado chino aprobó en el año 2016 un nuevo paquete de reglamentos sobre las actividades religiosas definido como “draconiano”. La finalidad declarada es eliminar el culto cristiano no registrado, el de las llamadas “iglesias domésticas” o no oficiales. Las nuevas reglas entraron en vigor el 7 de octubre de 2016, prohibiendo de hecho la predicación religiosa o los eventos de carácter cristiano online o en las escuelas. Los individuos y los grupos de fieles no pueden organizar cursos de catecismo, conferencias o algún tipo de actividad en el extranjero.
Mientras, en Israel, la ley votada por la Knesset, que define al país como “el Estado-nación del pueblo judío” es inadmisible porque excluye a las dos religiones la cristiana (católica, ortodoxa y protestante) y la musulmana”, según dijo el patriarca maronita, el Card. Bechara Raï, recoge Asianews.
El patriarca Raï: la ley sobre el Estado judío excluye a cristianos y musulmanes
La ley, votada el pasado 19 de julio que pasó con 62 votos a favor y 55 contrarios, encontró inmediatamente la oposición de los parlamentarios palestinos de la Knesset (Parlamento judío). El comentario del patriarca es el primero oficial de una personalidad católica.
El cardenal Raï denunció la ley como “innoble, antidemocrática y anti-pluralista”, ligada a la precedente decisión del Parlamento israelí de proclamar a Jerusalén como capital de Israel. El patriarca hizo notar que “sobre esta tierra (Israel y territorios ocupados) tenemos episcopados, parroquias, instituciones y un pueblo. El pueblo hebreo -y los Estados que lo apoyan- no tienen el derecho de llevar siempre más lejos sus agresiones y sus actos de exclusión”.
El purpurado dijo que quiere enviar “un pedido a las Naciones Unidas y al Consejo de seguridad para que ellos tomen una decisión que anule la ley de la Knesset sobre la base de las precedentes decisiones internacionales relativas” a los derechos de los palestinos.
La ley fue recibida en silencio por muchos países árabes. Hasta ahora sólo los palestinos y los diputados árabes en Israel criticaron como “racista” y hablan de “apartheid” legalizado. Diversos grupos de activistas israelíes se declararon contra la ley porque mina los derechos de las minorías.
También la Unión Europea, expresando preocupación, pidió que sean respetados los derechos de las minorías.