Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en el Chad (África), donde el arzobispo de N’Djamena, Monseñor Djitangar Goetbé Edmond, rechazó el ataque de tres militares contra un sacerdote en la parroquia St. Isidore Bakanja, iglesia que además fue profanada por los miembros de las fuerzas armadas, recoge Aciprensa.

El hecho ocurrió el 3 de noviembre, cuando los militares agredieron al padre Simon-Pierre Madou en la parroquia St. Isidore Bakanja, en la localidad de Walia-Gorée, luego de ingresar de manera forzada al patio del lugar a bordo de tres autos.

El Arzobispo explicó que los tres conductores se sentaron en la iglesia “sin ningún respeto por la gente y el lugar donde estaban. Esto en ausencia del párroco”.

“Cuando el párroco llegó, se presentó ante los soldados y les pidió que le dijeran la razón de su misión. Los tres soldados insultaron al sacerdote y orinaron dentro de la parroquia. Luego molestaron al sacerdote que trataba de filmar la escena y le confiscaron el teléfono”, relató el Arzobispo de N’Djamena en una declaración.

“La falta de respeto por los lugares de culto y por todos los signos de su carácter sagrado, como es el caso de la parroquia de Walia-Gorée, es una violación flagrante del primer artículo de la Constitución que declara a Chad como un estado secular”, resaltó Mons. Djitangar.

El Arzobispo pidió finalmente a las autoridades de Chad que “tomen las debidas medidas para proteger nuestros lugares de culto y para castigar quienes realicen actos que ponen en peligro nuestra coexistencia”.

Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de España, actualmente un 53% de la población de Chad es musulmana, el 35% es cristiana, y más del 7% son animistas.

También en Tigray han sido saqueadas numerosas iglesias y misiones de distintas denominaciones y algunas han sido destruidas

En Etiopía pasó algo parecido que en el Chad. El padre Giuseppe Cavallini, misionero comboniano que lleva 30 años en el país, denunció que militares y policías sacaron por la fuerza a 17 salesianos del centro de formación ‘Don Bosco’ en el barrio de Gotera, en Addis Abeba. Al menos algunos fueron detenidos, al parecer, por ser de etnia tigré, recoge Religión en Libertad.

Explica que en la región occidental de Benishangul, una guerrilla (sin especificar de qué facción, ya que hay varias en activo aprovechando el caos) ha "arrasado literalmente una de nuestras misiones combonianas, obligando a los sacerdotes y a las monjas a huir".

También en Tigray han sido saqueadas numerosas iglesias y misiones de distintas denominaciones y algunas han sido destruidas. La población de Tigray se compone de cristianos ortodoxos de etnia tigré al 95%, con un 4% de musulmanes.

En las últimas semanas los tigré han recuperado mucho terreno y han empezado a presionar con fuerza al Gobierno, que ha llamado a armas a veteranos amhara de anteriores guerras, aumentando el caos y la indisciplina.

Los católicos son pocos en Etiopía (un 0,8% en todo el país, un 0,4% en Tigray) pero la Iglesia Católica es influyente por su trabajo educativo, solidario y su capacidad diplomática.

De forma sorprendente, la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe no sufrió ningún daño

Y concluimos en México, donde con su nuevo libro La persecución desconocida contra la Iglesia Católica, el padre Eduardo Chávez, uno de los mayores expertos en las apariciones de la Virgen de Guadalupe, conmemora los 100 años del atentado con una bomba con el que quisieron hacer desaparecer la imagen original mariana. El atentado, recordó, se cometió “el 14 de noviembre del año 1921”, recogió Aciprensa.

En un video, el P. Chávez, teólogo magistral de la Basílica de Guadalupe y director del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos (ISEG), expresó su alegría de poder presentar este nuevo libro de la mano de Editorial San Miguel: “en este tiempo tan especial, porque se cumplen 100 años del atentado que sufrió la imagen de nuestra señora de Guadalupe, cuando quisieron hacerla pedazos”.

El sacerdote mexicano, que fue postulador de la causa de canonización de San Juan Diego, el vidente de la Virgen de Guadalupe, señaló que el libro “habla precisamente de cómo es posible que se trató de destruir, de despedazar, de aniquilar, según ellos, a la Santísima Virgen de Guadalupe, que forjó esta patria, que hace esta patria, que es como nosotros, que hace una perfecta inculturación poniendo a Jesús en nuestro corazón”. Fue, dijo, “una cosa muy triste, muy dolorosa, muy no sé cómo llamarla”.

El sacerdote explicó que este atentado se produjo “en el marco de esta persecución que casi nadie conoce. Por eso le llamé al libro La persecución desconocida contra la Iglesia Católica”.

La mañana del 14 de noviembre de 1921 un desconocido colocó una bomba dentro de un arreglo floral a los pies del altar de la Virgen de Guadalupe en la Antigua Basílica, hoy Templo Expiatorio de Cristo Rey. Aproximadamente a las 10:30 a.m. la bomba de dinamita estalló, dañando las gradas del altar y los candeleros de latón. La imagen de Cristo Crucificado, de hierro y bronce, que pesa 34 kilos, cayó retorcida al piso.

De forma sorprendente, la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe no sufrió ningún daño. De acuerdo al relato que se conserva en la Basílica de Guadalupe, el cristal que protegía la imagen de Santa María “ni siquiera se estrelló”. Desde entonces, el pueblo mexicano venera especialmente el Cristo Crucificado que “protegió” a su Madre de la explosión, con el nombre del “Santo Cristo del Atentado”, y lo conserva en la Basílica de Guadalupe.

El P. Chávez señaló en su video que “fue Jesucristo Nuestro Señor quien defendió a Su Madre, Nuestra Madre, y quien puso su cuerpo una vez más en contra de lo que pudiera pasar a Su Madre”. El sacerdote mexicano destacó que este libro se basa en fuentes que, en su “inmensa mayoría son del Archivo Secreto Vaticano, donde yo estuve investigando, analizando todas las documentaciones”.

“No se pretende con esta obra abarcar todo este período completo”, precisó el P. Chávez, “sino dar desde el punto de vista del Archivo Secreto Vaticano, de los documentos que sé que se encuentran ahí, cómo se vivía este tiempo de verdadera persecución en contra de la Iglesia Católica aquí”, señaló.

El P. Chávez deseó que este nuevo libro “nos ayude para todavía confirmar más nuestra fe en Dios a través de Santa María de Guadalupe”. “Y que nadie ose destruirnos a María en el corazón”, dijo, pues “Jesús la protege precisamente en nuestro corazón”.