
Buen trabajo el de Norbolsa, la agencia de valores de Kutxabank, al recoger el análisis de Europa Press de la reunión anual del Club Bilderberg 2025, que este año toca en Estocolmo. Cinco españoles estarán presentes en esta edición: Ana Botín, coordinadora del capítulo español de Bilderberg y presidenta del Banco Santander; el exgobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos; el expresidente de Inditex, Pablo Isla; la ex vicepresidente del Gobierno español y ahora en el Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño; y el presidente del Instituto de Empresa (IE), Diego del Alcázar, el hombre que introdujo a Begoña Gómez en su meteórica carrera pedagógica y empresarial.
Es la primera reunión de Bilderberg desde que Donald Trump es presidente de los Estados Unidos y por tanto han tenido que dar marcha atrás en su chifladura Woke y en su majadería Gender. Ahora resulta que son un poco menos feministas, menos homosexualistas y menos trans. Incluso aceptan que la gente tenga derecho a ser heterosexual y hasta de raza blanca, ya puestos...
Mientras Trump esté en la Casa Blanca, la ideología de género ha quedado hibernada. Diego del Alcázar se suma al Club Bilderberg
Al mismo tiempo, Bilderberg vuelve al capitalismo donde nació. La masonería siempre ha sido capitalista. Pero ojo, es capitalismo de Estado. El Nuevo Orden Mundial (NOM), cuya razón es la cristofobia, se nos ha hecho adorador de lo público. O sea, capitalista de Estado. La generación Biden, que no, que todavía no ha terminado, aunque pudiera parecerlo viendo a Joe, es una generación ultraprogresista que ha unido el odio a Cristo con el odio a la propiedad privada, salvo a la suya propia, claro está. Odio a la propiedad privada pequeña y a todo lo pequeño, así como al principio de subsidiariedad, es decir, el liberalismo cristiano, por un macroestado.
Norbolsa también recuerda una de la reglas de los participantes en Bilderberg, muy parecido al ‘off the record’ periodístico, que empezó siendo un “no lo cuentes” y hoy se ha convertido en un cuéntalo cuanto antes pero no digas que te lo he dicho yo.
Y esto es poco, Bilderberg se ha convertido en un escaparate de vanidades sin mucho contenido, como las logias regulares. Se sabe todo sobre ellos pero no sabemos quiénes son los que mandan.
Se nos ha quedado anticuado y sólo sirve para que algunos presumidos presuman, sólo eso.