En México, quieren prohibir los belenes en los espacios públicos (huele a masonería)
La verdad es que el anuncio de Coca-Cola tiene por objeto algo tan políticamente correcto como la lucha contra la obesidad. Y si se trata de no estar gordo tampoco creo que el azúcar sea lo más recomendable, ¡Ah!, ¿que existe jarabe yanqui sin azúcar? Entonces me callo. En cualquier caso, una fruslería.
Ahora bien, el lema me gusta: oiga, y si nos levantamos, no contra las sillas y el sedentarismo, sino contra una sociedad que no sólo es políticamente tiránica sino que, además, atenta contra la libertad de los hijos de Dios.
Ojo, la pandemia ha servido como un ejercicio verdaderamente diabólico con el que lo único que se valora es la salud física, o sea, que en lugar de vivir hemos optado por sobrevivir. Y eso es una vida muy triste. Los negacionistas son los que reclaman libertad mientras que el progresismo imperante se ha hecho reglamentista, seguido por masas de gallinas mojadas, histéricas, dominadas por el pánico, que reclaman más normas, más cadenas, más imposiciones... para sobrevivir al virus.
Podría ser ésta la Balada de la Navidad de 2021. En efecto, ¿y si nos levantamos?
Pero no para tomar una Coca sino para recuperar nuestra condición de hombres libres en el Portal de Belén. Ya saben: la cuatro palabras de Faustina Kowalska, que resumen toda la tradición mística de infancia espiritual, de abandonarse en las manos de Dios: "Jesús, en Vos confío".
Kowalska se convirtió en referencia cristiana desde que San Juan Pablo II la canonizó y creó, año 2000, la Fiesta de la Divina Misericordia.
De propina, un amigo propone irse a cantar villancicos, a la Plaza de Colón de Madrid, la Noche del 24 al 25 de diciembre. Pues es una idea. Podría ser tras la Misa del Gallo. Para recuperar nuestra condición de hombres libres, la libertad de los hijos de Dios.
¿Y si llueve? Pues nos mojamos.