En la actualidad la Iglesia católica cuenta con 2,9 millones de catequistas en todo el mundo, según los últimos datos oficiales del Vaticano. Muchos de ellos viven en países de grandes dificultades económicas, políticas y sociales, también en lugares donde la fe cristiana es perseguida. La campaña "Yo soy apóstol. Y tú también", de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) busca movilizar la generosidad para el sostenimiento y la formación de catequistas, a través de 1.000 proyectos.

La hermana Deisy Delgado, religiosa de las Franciscanas de María Inmaculada y coordinadora de catequesis en la diócesis de Colón, Panamá, ha participado en la presentación de esta campaña: "Los catequistas son muy importantes, porque son los que están presentes en las comunidades, conocen la realidad de las familias, niños y jóvenes, hacen que el Evangelio toque la vida de las personas y les transforme". La religiosa también ha agradecido la labor de ACN, que facilita el trabajo de los catequistas, "que muchas veces tienen que caminar 5 o 6 horas, cruzar ríos, montañas e incluso el mar, para acceder a las comunidades más alejadas, donde el sacerdote solo puede ir una vez al año". 

Daisy

Los catequistas son reconocidos como los "nuevos apóstoles del siglo XXI", asumiendo un rol insustituible en la vida de la Iglesia. Ellos son quienes sostienen la fe donde los sacerdotes no pueden llegar debido a la persecución, la guerra, la escasez de vocaciones o la geografía adversa. En comunidades pequeñas y aisladas, reúnen a los fieles, preparan a los niños para los sacramentos y celebran la Palabra de Dios. Su presencia mantiene viva la llama de la esperanza en países marcados por la violencia y la discriminación religiosa.

En esta campaña, son protagonistas catequistas de países como Sudán del Sur, Burkina Faso, Tanzania, Pakistán y Brasil, donde enfrentan pobreza extrema o amenazas directas. En la Amazonía, por ejemplo, el matrimonio de Dirce Andres Zoguri y Leni Vitorino navega durante días para evangelizar en áreas marcadas por el narcotráfico y la violencia. Otros deben caminar durante horas o cruzar ríos sin apenas recursos para visitar aldeas remotas. La campaña de ACN subraya que el riesgo y la escasez son compañeros habituales de estos transmisores de la fe. 

 

 

La discriminación y la persecución religiosa son obstáculos cotidianos que amenazan la labor de estos agentes pastorales. El caso de Babu Imran Patras en Pakistán es un testimonio de cómo la fe se mantiene viva en medio de la adversidad social y la minoría religiosa. Los cristianos en estas zonas viven bajo constante presión, por lo que el rol del catequista es vital para su cohesión y fortaleza espiritual. La campaña es un recordatorio de que la Iglesia sufre y que millones de fieles dependen de la valentía y el incansable esfuerzo de estos catequistas. 

La ayuda canalizada a través de esta campaña se enfoca en tres necesidades urgentes. El primer pilar es su sostenimiento personal, ya que muchos de ellos carecen de lo mínimo para vivir dignamente y dedicar su tiempo a su ministerio. El segundo punto es la formación espiritual y catequética, vital para fortalecer su vocación y equiparlos para los complejos desafíos pastorales. El tercer elemento, crucial para la movilidad en zonas extensas, son los medios de transporte, como bicicletas, motocicletas, coches y canoas. 

Catequistas

La generosidad de los benefactores de ACN en el año 2024 demostró un impacto medible y significativo en el sostenimiento de este ministerio. Gracias al apoyo constante, la Fundación Pontificia pudo impulsar un total de 805 proyectos enfocados en la formación y el soporte a los catequistas. Se logró la provisión de 1.141 vehículos para la pastoral, una cifra que incluye 474 coches, 11 barcos y numerosas motocicletas y bicicletas. Estos medios de transporte facilitaron el movimiento entre comunidades remotas. Además, se distribuyeron 844.200 ejemplares de material catequético, incluyendo Biblias, catecismos y otros recursos educativos esenciales. Estas cifras reflejan cómo la colaboración directa se traduce en la capacidad real de evangelizar y de servir a la Iglesia que sufre en todo el mundo. Este año ACN quiere financiar 1.000 proyectos de este tipo.