La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) eligió en 2022, por mayoría absoluta en primera votación, como secretario general a Mons. Francisco César García Magán, cargo en el que ha sido renovado. Y hoy viernes ha concedido una rueda de prensa con motivo de la Asamble Plenaria.

Esperemos que, por casualidad, la Asamblea ha coincidido con el 8-M, Día Internacional de la Mujer, algo que podría haberse quedado en mera anécdota, pero no. García Magán decidía comenzar la rueda de prensa felicitando a las mujeres: "Todos estamos en esta vida gracias al trabajo de una mujer""Decir mujer trabajadora es una redundancia, porque todas las mujeres son trabajadoras", recalcaba el obispo auxiliar de Toledo. 

También pidió hacer "memoria, de cabeza y de corazón, por lo mucho que debemos a todas las mujeres de nuestra vida". Y, ante la pregunta de si opina que hombres y mujeres somos iguales y sobre su opinión sobre la encuesta en la que muchos hombres decían que las políticas de igualdad han ido muy lejos, Magán aseguraba que "Somos iguales hombres y mujeres, por convicción existencial", de decir lo contrario "estaría manchando la memoria de mi madre". ¿No es precioso como el secretario general de la CEE cae en el discurso feminista?

Eso sí, pide que no se caiga "en la dialéctica de que para que las mujeres tuvieran que tener derechos habría que quitárselo a los hombres". "Hay que trabajar para que todos tengan los mismos niveles como seres humanos que somos", planteó Magán, quien recalcó que "hay líneas rojas que jamás se pueden admitir: la violencia, el insulto, la discriminación, el relegamiento de la mujer, esos techos de cristal que todavía existen en ámbitos sociales".

"Tenemos una legislación que garantiza esa igualdad, pero hay ámbitos empresariales, docentes, donde encuentran un techo de cristal", profundizó Magán.

Para redondear la jugada, Magán, el portavoz episcopal negó que en la plenaria hubiera abordado la amnistía: "No es un tema que haya salido", dijo Magán, -total, se aprobó ayer-, y añadió que "todo cargo público está al servicio de la sociedad, no para servirse del cargo".

Pero también vamos a recalcar lo bueno de sus declaraciones: ha hablado sobre la inclusión de aborto en la constitución francesa, mostrando su rechazo y suscribiendo el pronunciamento de los obispos galos, y dejando claro que "hay mujeres que con el aborto pierden su derecho a la vida, las niñas que están en el seno materno". 

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