Un total de 22 países -que la agencia C-Fam llama ‘tradicionales’- dieron un golpe decisivo e inesperado a la agenda sexual occidental en una conferencia anual de población en las Naciones Unidas, informa C-Fam.

Según esta agencia, algunos países occidentales -a los que cabe circunscribir como ‘progres’ o seguidores del Nuevo Orden Mundial- intentaron introducir en una resolución final el controvertido término ‘Educación Sexual Integral’, pero más de dos docenas de países tradicionales de Asia, África, Oriente Medio y Europa del Este se negaron.

¿Cuáles son esos países occidentales progres que intentaron introducir ese término? C-Fam los detalla: la actual Administración Biden de EEUU, la Unión Europea y otras naciones occidentales.

El término 'Educación Sexual Integral' es un eufemismo para poimover la autonomía sexual de los niños, que incluye alentarlos a descubrir el placer sexual, la masturbación y el transexualismo. Así como el acceso de los adolescentes al aborto, la anticoncepción y otros servicios de salud reproductiva sin el consentimiento de los padres.

El pakistaní animó a los países occidentales a implementar una educación sexual integral dentro de sus propias fronteras sin intentar imponerla a otros y respetar la soberanía y las prioridades de otros países

Para asegurar este resultado, a principios de semana Estados Unidos y la Unión Europea enviaron correos electrónicos separados al presidente de la conferencia, el embajador de Moldavia ante las Naciones Unidas, diciendo que no aceptarían un documento final que no hiciera referencia a la educación sexual.

Pero entonces sucedió algo que nadie esperaba.

Docenas de delegados tomaron la palabra expresando “graves preocupaciones y decepción” por la forma en que el Presidente eligió abordar las prioridades y posiciones de algunas delegaciones en comparación con las prioridades y posiciones de otras.

Nadie estaba preparado para la muestra calculada de solidaridad y astucia diplomática exhibida por los países tradicionales. Después de horas de declaraciones que demostraron que no había consenso, el presidente de la conferencia, el embajador de Moldavia ante las Naciones Unidas, se vio obligado a retirar su propuesta de resolución.

Un delegado decepcionado, de Pakistán, acusó elocuentemente a los países occidentales de tratar de que todos los países se sometan a su agenda sexual. “Por el bien de la educación sexual integral, hemos comprometido la educación para todos”, dijo, y se quejó de que se había prestado poca o ninguna atención al acceso a la educación, el saneamiento, los libros y otros aspectos de la infraestructura educativa necesaria para los millones de niños en la escuela. El pakistaní animó a los países occidentales a implementar una educación sexual integral dentro de sus propias fronteras sin intentar imponerla a otros y respetar la soberanía y las prioridades de otros países. “Las prioridades de un país no pueden ser las prioridades de todos”, dijo.

El delegado egipcio expresó su frustración porque los países occidentales se negaron a incluir un lenguaje sobre el “derecho anterior” de los padres a dirigir la educación y crianza de sus hijos extraído de la Declaración Universal de Derechos Humanos

Por su parte, el delegado egipcio expresó su frustración porque los países occidentales se negaron a incluir un lenguaje sobre el “derecho anterior” de los padres a dirigir la educación y crianza de sus hijos extraído de la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo 75 aniversario tiene lugar este año. “El lenguaje de la Declaración Universal de los Derechos Humanos no fue aceptable para las mismas delegaciones que nos dieron lecciones sobre tener una actitud constructiva”, dijo en respuesta a las acusaciones de que los 22 países que se oponían al lenguaje sobre la educación sexual integral estaban siendo intratables.

Sobre todo, estos 22 países se quejaron del proceso mediante el cual se presentó el proyecto de resolución para su adopción.

Porque el presidente moldavo presentó un borrador final para su adopción a las 22:30 horas del jueves por la noche, menos de las 24 horas previas a la adopción del viernes por la mañana requeridas por las reglas de procedimiento de la ONU. El borrador propuesto contenía el mismo lenguaje sobre educación sexual que los 22 países habían objetado a principios de semana, y un párrafo sorpresa adicional sobre el derecho de los adolescentes a acceder al aborto, la anticoncepción y otros servicios de salud reproductiva sin el consentimiento de los padres que no había sido discutido en las negociaciones.

Los países tradicionales se unieron a última hora de la noche del jueves y al día siguiente evitaron la inclusión del término Educación Sexual Integral en la resolución final.  

Esos 22 países fueron Argelia, Bielorrusia, Brunei Darussalam, Camerún, República Democrática del Congo, Egipto, Eritrea, Etiopía, Gambia, Irak, Irán, Libia, Mali, Mauritania, Nigeria, Siria, Federación Rusa, Arabia Saudita, Senegal, Yemen, Uganda y Zimbabue.

El debate en torno a la Educación Sexual Integral es uno de los más controvertidos en las negociaciones multilaterales. Los planes de estudios sexualmente explícitos de las agencias de la ONU promueven la autonomía sexual de los niños, lo que incluye alentarlos a descubrir el placer sexual, la masturbación y el transexualismo.

La promoción de los programas de Educación Sexual Integral por parte de los países occidentales ignora que estos programas han fracasado a pesar de los miles de millones de dólares gastados durante la última década en los EE. UU. para hacer que el sexo sea “seguro”, dijo la experta en educación sexual Mary Anne Mosack. “En un momento en que existe una creciente preocupación por el empeoramiento del estado de salud mental de los adolescentes, es fundamental que no exacerbemos esta alarmante emergencia sanitaria promoviendo una 'educación sexual integral'”, dijo Mosack, presidente de Ascend, al Friday Fax.