Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (24/07/2019)

En Onda Cero, Carlos Alsina subrayaba: “Hoy reúne de nuevo el líder socialista a su ejecutiva (que, en efecto, es completamente suya) para que le bendigan el cambio de posición, de estrategia y de argumentario. Qué paradoja haber escuchado a Sánchez recriminarle a Rivera que sea, como las chaquetas, reversibles. En un concurso de veletas no es fácil saber quién ganaría.

Cuántos sillones y qué cuota de poder. A eso se reduce todo.

El afán por medirse de nuevo en las urnas, de repente, se ha enfriado. No sólo en el PSOE. Se ha enfriado en Gabriel Rufián, cuyo mejor homenaje a su antecesor, Tardá, fue la intervención que tuvo ayer, porque logró que toda la cámara le añorara. A Rufián le ha entrado alergia a las urnas. Qué insistencia, qué agitación, qué temor a que se llame a votar otra vez a la gente (el pueblo, la ciudadanía). Dónde quedó aquello de democracia es votar. Dónde aquello de no hay que tenerle miedo a las urnas, Gabriel. Tantas ganas de votar unas veces y tan pocas de que se vuelva a votar otras.

En realidad lo que no quiere Rufián es que se dé la oportunidad a los votantes (incluidos los suyos) de expresarse de nuevo para juzgar el comportamiento que en estos meses ha tenido cada uno. Quién nos ha visto y quién nos ve”.

En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “¿Ha terminado ya el discurso de Gabriel Rufián?

¿Hay que reconocer a Sánchez el mérito que supone haber conseguido el apoyo de los 123 diputados del PSOE? Tal como estaban las cosas de enconadas, yo no lo daba por hecho.

¿El hecho de que solo lo haya apoyado un diputado ajeno a su partido, el de Revilla, quizá le sugiere que no ha terminado de entusiasmar su proyecto a la cámara?

¿Pero no es cierto que el escarmiento de ayer va a ser al cabo el motivo por el que va a ceder a Iglesias? Sánchez no lo quiere de ningún modo, pero su prioridad es salir investido el jueves.

Pedro Sánchez amenazaba con las elecciones anticipadas. ¿Es él quien las teme ahora?

¿No es premonitorio que Irene Montero votara en contra de la investidura del presidente del Gobierno que ella misma va a vicepresidir? No lo hizo a posta, o sí, o cambio de postura su partido, o la traicionó el subconsciente, o todo fue un error. Todo fue un error, insisto”.

En la SER, Xavier Vidal Folch señalaba: “Esto de la política es una labor muy particular. Dicen que hace a veces extraños compañeros de cama. También provoca otras transformaciones y milagros.

Ayer mismo el diputado más faltón del hemiciclo, el más provocador, el más “mal queda”, el más friki apareció como un ser renovado. Gabriel Rufián, el portavoz de Esquerra, empezó su discurso haciendo autocrítica. “He hecho cosas mal”, reconoció. Como “dar excusas para que se hable más de mis formas que del fondo”, añadió. Y se permitió un latinajo: seré suave en el modo y fuerte en el contenido. A fe que lo fue. No importa aquí el mensaje, sino cómo lo vehiculó: con corrección y desde la cortesía parlamentaria. En un país donde las instituciones sufren de tantos excesos, sean bienvenidas las actitudes que tienden a respetarlas. Un país desarrollado es aquel en que su entramado institucional se mantiene en el decoro.

También hay procesos inversos. Recuerden estas expresiones del lunes utilizadas por un portavoz que se proclama centrista y liberal : puro teatro, marear la perdiz, truco de los malos, la banda, estás jodido, se tiró en plancha, la habitación del pánico, tienen que currar, son para forrarse…. Albert Rivera se ha convertido en el nuevo Rufián. Y viceversa”.

En la COPE, Bieito Rubido decía: “En las últimas elecciones genérales, el señor Sánchez solo obtuvo 123 escaños, que eran los que tenía Rajoy en 2015 y por los que decidió no presentarse y se armó un escándalo tremendo. Este es más osado, se presenta, no ofrece absolutamente nada a nadie -ni siquiera a los de Podemos-“, “porque la alta estima que tiene Sánchez de sí mismo es muy humana pero es un poco contraria a las habilidades políticas que se supone a un líder en democracia, que es la capacidad de pactar, de tender puentes, de encontrarse con alguien”. “Si quiere los 176 escaños tendrá que hacer esfuerzos. A mí como ciudadano me hubiese gustado un esfuerzo del PSOE, PP y Cs y hacer una gran coalición y hacer reformas de la ley electoral y otras reformas que tiene que ver con la estructura actual del Estado”.

En la COPE, Inocencio Arias comentaba: “Va a haber Gobierno y el pulso entre Sánchez e Iglesias lo gana Iglesias, que no va a aceptar que le dé la dirección general de la equiparación en el fútbol del hombre y la mujer, o la ecología en la provincia de Murcia. No va a aceptar eso. Va a apostar gordo y le va a dar bastantes cosas Sánchez”. “El que Sánchez no mencionara a Cataluña en su discurso inicial demuestra que es un personaje totalmente vidrioso”. “Un presidente del Gobierno español no puede evadirse, con la que está cayendo”.

José Antonio Álvarez Gundín señalaba: “En unas horas se va a reunir la habitación del pánico y de esa habitación solo puede salir un Gobierno del pánico, un Gobierno con ministros que llaman presos políticos a los golpistas y tendrán que gestionar la sentencia del Supremo. Un Gobierno que tendrá dentro a su peor enemigo y que bailará a su son y dependerá de él. Un Gobierno populista que nos va a subir los impuestos y multiplicará el gasto a costa de las clases medias con una crisis económica a las puertas”.