Las autoridades de Ucrania han denunciado las “ejecuciones sumarias” contra civiles por el ejército ruso, que se habrían cometido en la ciudad de Bucha, situada al norte de Kiev, donde habrían aparecido cerca de 300 cadáveres “atados de pies y manos” que han sido enterrados en fosas comunes, tras ser liberada la zona del asedio ruso en el que ha permanecido bajo cruentos ataques durante un mes.