Afrontar los retos que presentará la movilidad del futuro, relacionados principalmente con el incremento del tráfico, el medio ambiente y la seguridad vial, será mucho más fácil con la aplicación de la innovación tecnológica a todas las vertientes del sector. Teniendo en el punto de mira la llegada del coche autónomo, el internet de las cosas, el big data y los avances en la conectividad aplicados al automóvil y las infraestructuras, pueden ayudar a que el viaje sea más seguro, cómodo, sostenible y adaptado a las necesidades del conductor, en cada momento.

Las empresas se han puesto manos a la obra y trabajan en experiencias para hacer posible este objetivo. “Los proyectos que se están explorando se dirigen a encontrar nuevas soluciones basadas en recursos tecnológicos para mejorar la experiencia de los clientes que utilizan nuestras autopistas”, señalan desde Abertis para explicar que acaba de firmar un acuerdo global de colaboración con IBM, de tres años de duración, para la puesta en marcha de un “garaje de innovación”, un programa en el que explorarán y desarrollarán conjuntamente ideas para mejorar, mediante la tecnología, la gestión de las infraestructuras viales.

Gracias a las cámaras incorporadas a los vehículos se predicen el 80% de los posibles errores del conductor

Desde la compañía de infraestructuras explican que, “de momento”, ya están en marcha varios proyectos, como un sistema de monitorización constante de las autopistas para prevenir la degradación del pavimento y optimizar el mantenimiento. “La información recabada por este modelo permitirá predecir las necesidades de conservación de las estructuras con mayor precisión, optimizando las acciones e intervenciones preventivas sobre la infraestructura para mejorar la seguridad vial”.

Quitanieves

También se está trabajando en un sistema de inteligencia artificial y predicción del tiempo para ofrecer mayor seguridad y eficiencia durante el invierno. “Este sistema está basado en la predicción de las operaciones con la mayor precisión posible para minimizar el impacto de los fundentes para la nieve y el hielo (como la sal), los equipos y los recursos destinados a estos protocolos de vialidad, con el objetivo de mantener la seguridad vial de los conductores y reducir la huella ambiental de estas actividades”.

La tecnología en la nube está ayudando a los fabricantes de automóviles a desarrollar proyectos pilotos que podría mejorar notablemente la seguridad cuando las condiciones del asfalto no son las idóneas. Por ejemplo, Volvo trabaja en una aplicación cuya función sería la de informar tanto a otros vehículos como a las autoridades del mantenimiento de los viales.

Volvo está ahora inmersa en una nueva investigación junto con las administraciones públicas que busca mejorar la seguridad cuando la carretera está nevada, mojada o en condiciones deficitarias. El trabajo se basa en un sistema de compartición de datos en la nube, según el cual, los coches de particulares compartirían la información que obtuviesen en cada punto de la carretera de manera automática tanto con el resto de usuarios como con los organismos encargados del mantenimiento de las vías. Cuando un coche detecta una placa de hielo, por ejemplo, esta información se transmite inmediatamente a otros coches a través de la base de datos de Volvo.

La tecnología en la nube está ayudando a los fabricantes de automóviles a desarrollar proyectos pilotos que podría mejorar notablemente la seguridad 

Pero, además, el Internet de las Cosas será mucho más útil con el aumento de los coches conectados. En este sentido, el estudio realizado por la consultora Gartner calcula que en el año 2020 habrá unos 250 millones de coches conectados en todo el mundo y habla de la importancia de IoT para su implementación. Gartner asegura que la conexión entre dispositivos será una de las claves para potenciar la seguridad vial a partir de ahora.

Ese es uno de los ejes en los que también trabaja el “garaje de innovación”: un sistema de soporte a la movilidad sin barreras pensado para cualquier clase de vehículo y de sistemas de pago telemático, aplicable en cualquier tipo de vía (tanto urbana como interurbana) y preparado para ser compatible con los vehículos conectados y autónomos.

Dartford Crossing Abertis Motorway

Además, se utiliza también el big data para ofrecer soluciones personalizadas a los clientes y extender los sistemas sin barreras (free flow). “Se están estudiando soluciones para extender el uso de los sistemas sin barreras, como un sistema avanzado de detección de impagos que facilite a las administraciones y a las operadoras optar por soluciones de este tipo en el futuro, más cómodas para los clientes, eliminando las barreras de peaje, y más sostenibles, porque ahorran emisiones contaminantes a la atmósfera”, apuntan desde Abertis.

Y es que, el uso del big data se observa como uno de los mejores aliados de la seguridad vial. España se ha sumado al Objetivo de la Unión Europea de reducir un 50% los siniestros al volante para el año 2030. Para lograrlo, las tecnologías digitales son herramientas muy valiosas.

La consultora Gartner calcula que en el año 2020 habrá unos 250 millones de coches conectados en todo el mundo 

En este sentido, nuestro país es pionero con su programa Autonomous Ready en Barcelona. Desde 2019, la DGT junto con el Ayuntamiento de Barcelona trabajan en un sistema de ayuda a la conducción en vehículos (ADAS) que ha permitido evitar más de 600 colisiones con peatones o ciclistas.

Gracias a las cámaras incorporadas a los vehículos “se predicen el 80% de los posibles errores del conductor”, apunta el Ayuntamiento de Barcelona. El sistema recoge información del entorno, geoposiciona a peatones y otros vehículos, cartografía la ciudad y alerta de accidentes.

Cada año más de 1,3 millones de personas mueren en las carreteras de todo el mundo, alrededor de 3.700 cada día, y las lesiones en carretera son la octava causa de muerte a nivel mundial.