Se acercan las elecciones en Hungría. En sus años de mandato, el primer ministro y candidato, Viktor Órban, ha dejado claro su postura en todo tema relevante para el país. Sin miedo al chantaje de Bruselas el húngaro ha llegado a señalar a Soros, a las élites europeas e incluso ha rechazado recientemente que el país vaya a entrar en el euro.
El último enfrentamiento ha sido esta semana, cuando tachaba de "inaceptable" el acuerdo alcanzado a 27 este lunes en Bruselas para el reparto de 21.000 inmigrantes, para aliviar a los países bajo mayor presión, como es el caso de España. Orbán avisaba: su Gobierno no aceptaría a ningún inmigrante.
"Bruselas pretende obligar a Hungría a pagar aún más o acoger a migrantes. Esto es inaceptable", ha defendido Orbán en un mensaje difundido en redes sociales, con el que también ha querido dejar claro que considerar que Budapest "ya gasta suficiente" en "proteger" la frontera exterior de la Unión Europea.
Su firme postura en temas con ideología de género, progresismo y medioambiente han hecho que Orbán esté en la lista de los más odiados y perseguidos. El mensaje europeo parecía que estaba calando en la sociedad húngara, y el primer ministro se colocaba por detrás de su rival del partido Tisza, Péter Magyar, en las encuestas.
Durante meses hemos contemplado cómo las encuestas castigaban a Orbán y aupaban a Magyar. Hasta ahora. Como puede verse en el servicio de agregador de encuestas de Wikipedia, la remontada de Orbán está siendo espectacular y los últimos sondeos le colocan a la cabeza.


Con hasta 11 puntos de ventaja en el último sondeo, Orbán consolida su dominio frente a la caída de Magyar, y esto tiene su explicación. Al parecer se habría filtrado un documento interno del partido de la oposición en el que se detallaba el programa de impuestos con subidas fiscales y recortes sociales. Programa completamente opuesto a la política de Orbán, con bajadas de impuestos y ayudas a la maternidad y a las pequeñas empresas.
Entre las medidas, las que mayor controversias han generado son una subida del IVA del 27% al 32%, el cobro por servicios sanitarios como pediatría o especialistas o el impuesto del 20% a las pensiones. Además, Magyar, muy progresista él, pretendía eliminar la prestación por maternidad para sustituirla por un modelo asegurador. Recordemos que hasta ahora las madres tienen derecho hasta a tres años de baja, en el que la empresa tiene que asegurarle el puesto y el Estado paga el 100% de su salario y el 70% el tercer año.












