Cuando estas líneas se escriben, en El Salvador, el Tribunal Supremo Electoral había contabilizado el 31,49% de los votos. Y en ese momento, el actual presidente, Nayib Bukele (Nuevas Ideas), ya habría conseguido una aplastante victoria sobre sus rivales (habiendo conseguido 1.295.888 votos frente a los 110.244 votos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional-FMLN, izquierda y los 96.700 votos de la Alianza Republicana Nacionales (Arena, derecha).

El propio Bukele se había adelantado al recuento oficial publicado un tuit en el que aseguraba haberse hecho con el "85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea", lo que para él constituye un "récord en toda la historia democrática del mundo".  

Aquí se le puede ver saludando a los salvadoreños tras la jornada electoral

 

Los resultados que va camino de conseguir el actual mandatario salvadoreño no son de extrañar, pues ya tenía un 92% de aprobación en su país, por su política de mano dura contra la delincuencia. 

Bukele tiene ascendencia musulmana (su padre era un palestino convertido al islam) y católica (su madre es católica). Aunque él se autocalifica como creyente en Dios: "Respetamos a los ateos y a los agnósticos, pero déjennos creer en Dios":

Un Nayib Bukele que, horas antes de las elecciones, no tuvo problema alguno en responder a un periodista de Univisión: "¿Para quién trabajan ustedes? Van a perder el último 5% de audiencia que les queda y el cheque de Soros se les va a acabar...".