Comenzamos esta crónica semanal de Hispanoamérica en El Salvador, donde el actual presidente, Nayib Bukele, ha alcanzado nada menos que el 92% de aprobación entre los salvadoreños. 

En este altísimo índice de aprobación seguramente tenga mucho que ver su política de absoluta mano dura contra el crimen organizado de las violentas maras o pandillas. Y es que los ciudadanos de a pie salvadoreños estaban sencillamente hasta el gorro de la elevada delincuencia, la inseguridad y los asesinatos, de esas bandas criminales. Por lo que es perfectamente entendible el entusiasmo que suscita el salvadoreño entre sus conciudadanos. 

He aquí otro ejemplo de ello. 

Nos vamos a Colombia, donde un medio de comunicación perteneciente a la Arquidiócesis de Bogotá ha pedido al Gobierno de Gustavo Petro transparencia acerca de las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

En un editorial, ‘El Catolicismo’ -que así se llama el medio- señaló que el país necesita “conocer en detalle qué es lo que se está concertando, qué concesiones se les harán a los violentos para abrirles las puertas de la democracia colombiana, cuánto le costará a los contribuyentes el posible acuerdo de paz, etc.”.  Y “también, cómo resarcirá la guerrilla del ELN todo el mal que ha hecho en sus décadas de violencia, destrucción, muerte, extorsión, secuestro, quema de poblaciones, etc.”, añade el artículo.

Esa petición de transparencia también la ha hecho extensiva el editorial a Mons. Héctor Fabio Henao, delegado del Episcopado para las relaciones Iglesia-Estado, quien también participa como supervisor en las citadas negociaciones, ya que “parte de la labor debería ser la de comunicar a la Iglesia -a sus pastores y laicos- lo que se está conversando y negociando y así poder saber si cuenta con el aval de la comunidad católica”.

Las conversaciones se están desarrollando en la capital cubana, La Habana. Mientras que el editorial se publicó el pasado 23 de enero, poco después de la visita del presidente colombiano, el ultraizquierdista Gustavo Petro, al Papa Francisco

Nos vamos a Nicaragua, donde tras la expulsión la semana pasada de dos obispos, 15 sacerdotes y dos seminaristas, que fueron enviados al Vaticano, la dictadura de Daniel Ortega ha expulsado esta semana a otros tres sacerdotes, todos ellos pertenecientes a la misma congregación, y encarceló a tres laicos que colaboraban con uno de los dos obispos expulsados, Mons. Rolando Álvarez. 

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Así lo denunció en la red social X la experta Martha Patricia Molina: “Desde el 14 de enero 2024, los sacerdotes pertenecientes a la orden religiosa del Santísimo Salvador de la Diócesis de León recibieron amenazas de la policía cuando regresaban de celebrar la Santa Misa en la Parroquia Santo Tomás apóstol de Corinto. Desde ese día el presbítero (pbro.) Ezequiel Buenfil y el pbro. Erick Figueroa desaparecieron y luego fueron expulsados”.

Estos son los laicos encarcelados: