En la madrugada del sábado 27 de enero al domingo 28 de enero, milicias proiraníes atacaron con drones una base logística (militar) de EEUU situada en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria, a resultas del cual tres soldados estadounidenses fallecieron y otros 34 resultaron heridos. 

El presidente de EEUU, Joe Biden, lo tiene claro: han sido grupos proiraníes: "Sabemos que fue llevado a cabo por grupos de combatientes radicales respaldados por Irán que operan en Siria e Irak". "No tenga ninguna duda: haremos que los responsables rindan cuentas, cuando y como creamos conveniente", dijo Biden

Sin embargo, el régimen de Irán se ha desvinculado de los hechos y ha negado cualquier responsabilidad. Lo hizo por medio de su embajador permanente ante la ONU, alegando que Irán "no tiene ningún vínculo ni nada que ver con el ataque a la base estadounidense".

Por contra, el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, destacó que el ataque y la muerte de los militares estadounidenses "es un mensaje para el gobierno estadounidense, de que a menos que el asesinato de inocentes en Gaza se detenga, podría enfrentarse a toda la nación". 

Así las coas cabe concluir que Irán busca un conflicto total entre el mundo islámico y Occidente…

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