Un hackeo, al parecer ruso, destruyó los sistemas de navegación del avión de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que se vio obligado a utilizar las cartas de navegación tradicionales para tomar tierra. 

Si el origen, como acusa Bruselas, ha sido ruso, Moscú ha pretendido demostrar su superioridad en la guerra informática y su convicción de que si quiere, puede derribar el avión de cualquier mandatario extranjero.  

Esto significa que Moscú continua provocando a Europa con advertencias veladas sobre una invasión del Viejo Continente. 

Lo malo es que Rusia sólo puede invadir Europa con una guerra nuclear táctica, guerra de tierra quemada con misiles nucleares de corto alcance, donde la tecnología rusa es la más avanzada. El problema es que Occidente se vería obligado a responder con misiles nucleares de mayor poder destructor y entonces ya tendríamos la guerra atómica global.