Continúa la investigación acerca de las irregularidades acaecidas durante las pasadas elecciones presidenciales. Una lucha que, ante la presión y censura mediática, está corriendo a cargo, en muchos casos, por parte de plataformas y de ciudadanos de a pie.

En esta ocasión, la atención se centra en el Estado de Michigan, uno de los más disputados durante la contienda. Particularmente, el foco se encuentra en el Condado de Antrim, donde durante el recuento, 6.000 votos destinados al entonces presidente Donald Trump, fueron a parar “por error” al candidato demócrata Joe Biden.

Lo cuenta The Standard. El inicio de la investigación tuvo lugar como consecuencia de la demanda presentada por William Bailey, residente del condado.

El juez Eisenheimer ordenó a los funcionarios electorales del condado de Antrim que conservaran todos los materiales electorales y se abstuvieran de operar cualquiera de las máquinas de Dominion Voting Systems del condado para evitar su manipulación, y decretó una auditoría sobre los mismos. El magistrado acordó la auditoría, después de las evidencias aportadas de que el cambio “mágico” de votos de Trump a Biden, no se había debido a un “error humano”, como los oficiales electorales del Estado defendían. 

Concluimos que Dominion Voting Systems fue intencionalmente diseñado para crear fraude sistémico e influenciar los resultados de las elecciones

Tras efectuarse el mismo, el juez ha ordenado la publicación de los resultados del informe de auditoría… y los mismos no pueden ser más reveladores.

El informe de auditoría sobre Dominion, refleja que sus máquinas y su software fueron diseñados para “crear fraude sistémico”Así lo ha manifestado Russell Ramsland Jr., co-fundador de Allied Security Operations Group. Ramsland trabajó para la NASA y ha liderado el equipo de expertos en ciberseguridad que han examinado los instrumentos de Dominion en el Condado de Antrium y ha afirmado: “Concluimos que Dominion Voting Systems fue intencionalmente diseñado para crear fraude sistémico e influenciar los resultados de las elecciones”.

Informa el Washington Examiner, que la auditoría ha revelado que el examen del equipamiento de Dominion reflejó una tasa de error del 68,05%, lo que se encuentra muy por encima del margen de error permisible por las instrucciones de la Comisión Federal Electoral que es del 0,0008%.

Por de pronto, parece que sí hay prueba de que hubo cosas que se hicieron mal

La auditora considera que “basándonos en nuestro estudio, concluimos que Dominion Voting Systems no debería ser utilizado en el Estado de Michigan y que los resultados del Condado de Antrim no deberían haber sido confirmados por las autoridades electorales”.

Las autoridades demócratas del Estado han corrido a atacar el informe de auditoría y a repetir que todo se trató de un “error humano”. Primero, la secretaria de Estado, la demócrata Jocelyn Benson, ha afirmado que el “informe es incorrecto, incompleto y engañoso” y continuó con el mantra de que el cambio de votos de Trump a Biden fue debido a un error humano, por cuanto “no se actualizó el software utilizado para recontar el voto de las máquinas e informar de los resultados no oficiales”.

Las mismas palabras de Benson fueron también repetidas por el Fiscal General Asociado para Michigan, el también demócrata Erik Grill, quien calificó el informe de auditoría como “incorrecto, incompleto y engañoso” y afirmó que “no hay nada que esconder”.

En el mismo sentido, Dominion Voting Systems emitió un comunicado afirmando que existió un “error humano”, por cuanto los oficiales no actualizaron el programa.

Y en el Estado de Wisconsin, los jueces dictaminan que las urnas portátiles son un potencial nido de fraude

Mientras tanto, también en el Estado de Wisconsin, los defensores de la legalidad electoral, se han apuntado otro tanto. El juez Michael Bohren, del condado de Waukesha, ha fallado a favor del conservador Instituto por la Ley y la Libertad de Wisconsin que presentó una demanda contra la Comisión Electoral del Estado. Bohren ha determinado que la utilización de los denominados “drop boxes” no está permitida por la normativa del Estado. Los “drop boxes” son una suerte de urnas portátiles que se sitúan en diversos puntos, incluso en centros comerciales, donde se puede emitir el voto con unos exiguos requisitos de identificación. Uno de los Estados donde hubo más polémica por su introducción fue Georgia, donde Biden se impuso por apenas 0,2 puntos porcentuales, tras múltiples denuncias de fraude. En este Estado, la iniciativa de su instalación corrió a cargo del lobby demócrata Fair Fight Action, fundado por Stacey Abrams, fallida candidata del Partido Demócrata a gobernadora de Georgia en 2018, y uno de los principales iconos políticos del movimiento marxista Black Lives Matter. Bajo la regulación anterior, los votantes que quisieran emitir su sufragio anticipadamente debían acudir a la oficina electoral del condado e identificarse para poder emitir su voto por correo. Con la introducción de los “drop boxes”, la plataforma VoterGA denunció que se habían recolectado votos en nombre de terceros e introducido en los mismos sin control alguno, lo cual es ilegal.

¡Anda que si Trump tenia razón y hubo fraude en las elecciones que llevaron a Biden a la Casa Blanca! ¿Y si, además, hubo dolo por parte de los demócratas?