Fue Rudy Giuliani, el jefe del equipo jurídico del presidente Trump, el primero en advertir sobre las irregularidades en el software electoral de EEUU. Así, el exalcalde de Nueva York explicó que el sistema informático electoral depende de la empresa canadiense Dominion System, cuyo propietario es la sociedad Smartmatic, con la multinacional española Indra como intermediaria.

Como recordó Giuliani, Smartmatic fue fundada a principios de este siglo por tres empresarios venezolanos vinculados al régimen de Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro. Si bien ha tenido presencia en muchos países, las acusaciones de fraude más graves vienen de la propia Venezuela. Así, fue este sistema el que se utilizó en el referéndum revocatorio de 2004, en el que se decidió la permanencia de Hugo Chávez en la presidencia, y que supondría su perpetuación en la misma. Ya entonces la oposición venezolana denunció el fraude precisamente generado por Smartmatic.

El presidente del consejo directivo de Smartmatic, Peter Neffenger, es asesor de Joe Biden y miembro de su equipo de transición presidencial

Las alegaciones de Giuliani han sido corroboradas y ampliadas por la letrada Sidney Powell. Powell afirmó que Smartmatic fue diseñado para manipular elecciones y recordó el testimonio, entre otros, de Melissa Carone, quien trabajó como contratista para Dominion, y afirmó que el fraude informático consistía en multiplicar sucesivamente los votos.

Además de la vinculación con el chavismo, Powell ha advertido también que el presidente del consejo directivo de Smartmatic, Peter Neffenger, es asesor de Joe Biden y miembro de su equipo de transición presidencial. Así, la letrada ha defendido que se probará que Trump ganó no por cientos de miles de votos sino por millones, porque los votos fueron manipulados y que el equipo de Biden está detrás de ello, precisamente por la vinculación de Neffenger con la mercantil. La abogada recordó que incluso en EEUU, este sistema de votación ha estado ya bajo sospechas de fraude en otros comicios y se refirió a las anomalías en los procesos electorales en el Estado de California en 2016. Powell terminó exigiendo la dimisión de la Directora de la CIA, Gina Haspel, por haber ignorado las advertencias acerca de las empresas de software Dominion y Smartmatic.

También se comienza a conocer las irregularidades sobre Dominion. Así, el galardonado analista John Solomon ha afirmado que “Dominion les ha dado a los demócratas la posibilidad de “encontrar” los votos que necesitaban en las ciudades” y ha recordado que Dominion es una empresa donante a diversas causas demócratas, tales como la controvertida Fundación Clinton, fundada por el expresidente Bill Clinton y su esposa Hillary Clinton.

El partido de Obama y Biden ha cuestionado durante toda la legislatura los resultados electorales de 2016. Ahora, asegura que quien pretende investigar las elecciones de 2020 es un populista

Mientras tanto, a los casos de actuación de este “mágico” software, ya denunciado para el caso de Michigan, se añaden ahora las sospechas en Georgia. En este Estado, en la mañana del cinco de noviembre aparecieron 20.000 votos a favor de Biden y desaparecieron 1.000 a favor de Trump. La denuncia de esta notoria irregularidad está corriendo a cargo de Garland Favorito, fundador de la plataforma VoterGA. Garland ha recordado que también en Georgia se utilizó el mismo software Dominion que en Michigan y afirmó que el recuento a mano que ha ordenado la Secretaría de Estado de Georgia ayudará a determinar si existió fraude en el voto electrónico. Favorito también aportó una interesante reflexión. En estas elecciones, por primera vez, el Estado de Georgia permitió que se depositaran los votos en los denominados “drop boxes”, una suerte de urnas portátiles que se habrían situado en diversos puntos del Estado, incluso en centros comerciales. Casualmente la iniciativa de su instalación corrió a cargo del lobby demócrata Fair Fight Action, fundado por Stacey Abrams, fallida candidata del Partido Demócrata a gobernadora de Georgia en 2018, y uno de los principales iconos políticos del movimiento marxista Black Lives Matter. Bajo la regulación anterior, los votantes que quisieran emitir su sufragio anticipadamente debían acudir a la oficina electoral del condado e identificarse para poder emitir su voto por correo. Con la introducción de los drop boxes, Favorito argumenta que se han recolectado votos en nombre de terceros e introducido en los mismos sin control alguno, lo cual es ilegal.

Sobre esta cuestión, el congresista por Ohio, Jim Jordan ha afirmado que todavía quedan 27 días para que se reúna el colegio electoral para elegir al presidente y ha puesto de manifiesto la hipocresía demócrata en relación con el fraude electoral. Así, ha aseverado que le sorprende que, tras haber cuestionado durante cuatro años los demócratas los resultados de las elecciones presidenciales de 2016 alegando la farsa de la trama rusa, ahora sin embargo no quieran ni siquiera entrar a analizar los posibles fraudes en estas elecciones durante las cuatro semanas que quedan antes de la reunión del colegio electoral. La lógica demócrata es irrefutable: si ganamos las elecciones, el sistema electoral es justo y legal, si las gana Trump, ha existido injerencia rusa que ha manipulado los resultados. Precisamente Jordan ha advertido que la prisa de los demócratas por acabar con las investigaciones de fraude choca con la cruda realidad. Así, en relación con el recuento a mano que se está efectuando en el Estado de Georgia, ha manifestado que ya en 2 de los 159 condados del Estado, se han descubierto 2.600 votos sin contar, de los cuáles casualmente la inmensa mayoría -dos tercios de los mismos- eran para el presidente Trump. No obstante, el recuento ha otorgado la victoria a Joe Biden. 

¿Seguirá queriendo Joe Biden y la tropa demócrata contar todos los votos pendientes? ¿O solo los del tándem Dominion-Smartmatic? Continuará...