La fiscal general de Nueva York, la demócrata Letitia James, anunció que organizará una "hora de lectura" de cuentos de drag queen para niños "de hasta 12 años", con el que busca que los menores aprendan la "fluidez de género".

"Mi oficina se enorgullece de acoger un maratón de Drag Story Hour", publicó James en sus redes sociales, invitando a las "familias con niños" y a los "líderes electos de la ciudad y el estado" a unirse al evento del domingo, que está patrocinado por las bibliotecas públicas de Nueva York, Brooklyn y Queens, es decir, se promociona y organiza gracias a los fondos públicos. 

El evento "captura la imaginación y el juego de la fluidez de género de la infancia y ofrece a los niños modelos de conducta glamurosos, positivos y descaradamente queer", según se explica en Drag Story Hour. "En espacios como éste, los niños pueden ver a personas que desafían las rígidas restricciones de género e imaginar un mundo en el que todos pueden ser auténticos".

Con esta medida, los estados gobernados por demócratas vuelven a dar su nota liberal e intentan imponer, una vez más, la ideología de género en menores. Una provocación en toda regla al resto de estados republicanos que, poco a poco, están aprobando normas en contra de estas prácticas en menores. Son los casos de Flrorida, Kansas, Carolina del Sur o Tenesse, este último hace un par de semanas prohibió los espectáculos de drag queens en público y en lugares donde pueden ser vistos por menores, con multas, de 2.500 dólares y hasta un año de cárcel, a quienes no cumplan con la nueva normativa.

Medidas como las de Nueva York en comparación con las de Tenesse son el claro ejemplo de por qué el progresismo radical está generando un éxodo masivo de Estados demócratas a republicanos.