Lo cuenta Fox News. Todo comenzó en 2019, cuando el hijo de Mary y Jeremy Cox aseguró que era una mujer. El matrimonio católico decidió no cambiar los pronombres de su hijo y seguir considerándole varón, puesto que sabían que su hijo tenía otros problemas de salud mental, como un trastorno alimenticio, y creían que esto era una manera de tapar lo que realmente le pasaba. 

Los Cox decidieron buscar ayuda terapéutica para tratar dichos problemas, lo que el Departamento de Servicios Infantiles de Indiana ha interpretado como un acoso hacia su hijo. Y lo que ha supuesto la pérdida de su custodia y que trasladen al niño a un hogar de "afirmación de género". 

El matrimonio pide a la Corte Suprema que responsabilice al estado por mantener a su hijo fuera de su hogar, después de haber sido investigados por funcionarios de Indiana por negarse a referirse a su hijo usando pronombres y un nombre inconsistente con su sexo biológico. Investigación que acabó en nada, ya que el estado determinó que las acusaciones de abuso no tenían fundamento.

Becket, abogado de los Cox, ha argumentado que los tribunales estatales sacaron al adolescente de su casa debido a las creencias religiosas de los padres: "Mantener a un niño alejado de padres amorosos debido a sus creencias religiosas, incluso cuando el estado admite que no hubo abuso o negligencia, está mal y va contra la ley", dijo. "La Corte debería tomar este caso y dejar claro que otros estados no pueden quitarles a los niños debido a desacuerdos ideológicos".

"Esto es lo que todos los padres temen", lamentaron Mary y Jeremy Cox en un comunicado de prensa. "Amamos a nuestro hijo y queríamos cuidar de él, pero el estado de Indiana nos robó esa oportunidad al sacarlo de nuestra casa y prohibirnos hablar con él sobre género". "Tenemos la esperanza de que los jueces tomen nuestro caso y protejan a otros padres de tener que soportar la pesadilla que nosotros sufrimos", agregaron. 

Acoso y sufrimiento que ya han denunciado muchas personas, como Chloe Cole, trans arrepentida que aseguró que los médicos coaccionaron a sus padres para que aceptaran su transexualidad. Algo que no se reduce a Estados Unidos: ya lo advirtió Nagore, la mujer que paró su transición a hombre, sobre la ley Trans: "Si sus hijos deciden que quieren hormonarse, tendrán que decir que sí, o le quitarán la patria potestad".

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