Ocurrió a finales de enero, los senadores republicanos John Kennedy (Luisiana), James Lankford (Oklahoma) y Jim Banks (Indiana) presentaron el proyecto de Ley de Protección de Sobrevivientes de Abortos Nacidos Vivos. La propuesta contó con los votos a favor del resto de republicanos, y pese a tener la mayoría en el Senado, el texto no logró ser aprobado por no contar con la suficiente mayoría. 

En la norma intentaban pedir atención médica para los bebés que consiguen sobrevivir a un aborto, así como la prohibición de los abortos tardíos, aquellos que son después de la semana 20, cuando se considera que el bebé ya siente dolor cuando se le intenta abortar. 

El texto contemplaba también las consecuencias penales para aquellos facultativos que no atendiesen al bebé superviviente y no le prestasen la misma atención médica que le darían a cualquier niño nacido a la misma edad gestacional en un hospital. 

Los senadores republicanos defendieron el proyecto como necesario para proteger a los recién nacidos y prevenir una forma de infanticidio. En la misma línea, el líder de la mayoría del Senado, John Thune (RS.D.), criticó la postura de los demócratas, argumentando que la negativa a aprobar la ley demuestra una falta de reconocimiento hacia la humanidad de los bebés nacidos vivos tras intentos de aborto.

"Los senadores demócratas votarán en contra de la protección de un bebé recién nacido que vive y respira simplemente porque ese niño nació vivo después de un intento de aborto", afirmó Thune según The Hill.

Thune avanza un paso más en su argumentación y da en la clave, señalando que los demócratas votaron en contra porque eso significaría reconocer la humanidad de un niño al cual, instantes antes de nacer, lo consideraron "No humano", lo que llevaría a cuestionar la naturaleza y legalidad del aborto. 

Por su parte, los senadores demócratas aseguran que la ley es innecesaria y dañina, porque sólo busca limitar el acceso al aborto, difundir narrativas falsas y añadir un riesgo legar para los médicos, así como atacar la atención médica dispensada a las mujeres. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer (demócrata por Nueva York), tildó el proyecto de "pernicioso".

Sobre el aborto parecía que pocas cosas nos quedaban por ver: recordemos que el mundo está en plena campaña para promover el aborto hasta el mismísimo parto. Se pide que el aborto sea legal, seguro, gratuito y libre, pero se deja atrás la cuestión principal: el aborto es un asesinato.