Biden y Trump volverán a verse las caras, mientras Obama ha salido al rescate del candidato demócrata
Durante los últimos años, hemos contado en Hispanidad cómo la farsa de la trama rusa, y los supuestos vínculos entre el expresidente Trump y Rusia, no eran más que una obra de teatro creada por la progresía mediática para destruir al expresidente.
Poco a poco, la verdad comienza a conocerse. Esta semana, el fiscal especial para el Departamento de Justicia, John Durham, ha emitido un informe de 300 páginas en el que carga contra el FBI por su papel en la farsa de la trama rusa, concluyendo que la agencia federal no debería haber iniciado una investigación por la supuesta vinculación entre Trump y Rusia, al basarse en pruebas burdas y falsas.
Así, el fiscal especial considera que la investigación de la campaña del expresidente se basó en “informaciones burdas, no analizadas y no corroboradas”, y que las agencias de inteligencia estadounidenses no poseían "pruebas reales de colusión" cuando comenzó la investigación. Un auténtico escándalo.
El informe del fiscal especial Durham no duda en cargar duramente contra el FBI, indicando que “la conclusión de la fiscalía es que el FBI descartó o ignoró deliberadamente información material que no respaldaba la narrativa de una relación colusoria entre Trump y Rusia. De manera similar, el Informe de la División de Inspección del FBI dice que los investigadores ignoraron, en repetidas ocasiones, pruebas contrarias a la teoría de que la campaña de Trump había conspirado con Rusia”.
Y el fiscal no duda de la actuación intencional del FBI, dejando entrever su vinculación política con los demócratas indicando así: “Una evaluación objetiva y honesta debería haber llevado al FBI no solo a cuestionar la acusación sino también a reflexionar si el propio FBI estaba siendo manipulado con fines políticos. Desafortunadamente, no fue así”.
La congresista republicana por Florida Anna Paulina Luna ha presentado una moción para expulsar de la Cámara al congresista demócrata por California Adam Schiff, que ocupó la presidencia del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes e impulsó las acusaciones de colusión entre Trump y Rusia durante años
Tras conocerse el escándalo, no se ha hecho esperar la respuesta republicana. La congresista republicana por Florida Anna Paulina Luna ha presentado una moción para expulsar de la Cámara al congresista demócrata por California Adam Schiff. El legislador demócrata, que ocupó la presidencia del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, impulsó las acusaciones de colusión entre Trump y Rusia durante años, creando un circo mediático y desempeñó un papel clave en el primer impeachment contra Trump, alentando la persecución contra el presidente republicano, en base a unos hechos falsos.
Schiff, quien en la actualidad está en plena campaña para ocupar el escaño en el senado federal por California que deja vacante el año que viene la veterana senadora Dianne Feinstein, lejos de asumir responsabilidad alguna por propagar falsedades y promover una cacería contra el expresidente, al más puro estilo de la impunidad progresista que caracteriza a su partido, se ha limitado a insultar a la legisladora republicana calificándola de trumpista radical.
Siguiendo con el análisis de la corrupción demócrata en esta oscura semana para la democracia estadounidense, también hay novedades en el caso del funcionario de Hacienda estadounidense que ha denunciado la injerencia política en la investigación de los presuntos delitos fiscales cometidos por Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, y que, como contó Hispanidad, solicitó la protección del Congreso para declarar en sede parlamentaria
Lo cuenta ABC News, los abogados del denunciante han informado a miembros del Congreso que su cliente ha sido retirado de la investigación sobre el hijo del presidente.
Según la carta obtenida por ABC News, los abogados del denunciante notificaron el lunes a varios presidentes de comités de la Cámara de Representantes y del Senado, tanto demócratas como republicanos, que su cliente, junto con todo su equipo de investigación, había sido retirado de la investigación. La misiva afirma con rotundidad que “este movimiento es claramente una represalia y puede constituir una obstrucción de una investigación del Congreso”.
¿Hasta cuándo tolerará EEUU la impunidad demócrata?