En Argentina, la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue condenada el pasado 6 de diciembre a seis años de prisión e inhabilitación a perpetuidad para ocupar cargos públicos por haber cometido irregularidades en la concesión de obras viales durante los gobiernos kirchneristas (2003-2015).

La instancia que le condenó fue el Tribunal Oral Federal 2, que recientemente confirmó la condena y dio más detalles: "Estamos hablando de una de las mayores afectaciones al patrimonio estatal judicialmente probadas en la historia de nuestro país”. “Se trata de un grave hecho de corrupción sin precedentes".

Sin embargo, Fernández goza de inmunidad por sus cargos en el gobierno y, por supuesto, no se le ha ocurrido dimitir tras la condena. Además dice que es inocente y víctima de una persecución política. Pero todavía le quedan instancias judiciales sen su país para apelar. Y en última instancia, la Corte Suprema de Justicia.

Y el pasado martes, en un acto en Buenos Aires, Cristina fue homenajeada por buena parte de dirigentes hispanoamericanos —de su cuerda, lógicamente—. Y entre ellos se encontraban los españoles José Luis Rodríguez Zapatero y el exjuez Baltasar Garzón.

La actual vicepresidenta argentina llegó a decir: “No me interesa si me van a condenar, lo que me interesa es construir un estado democrático en el que las garantías de la constitución no sean cartón pintado (escenografía)”.

Por su parte, José Luis Rodríguez Zapatero, que no pierde ocasión de hacer el ridículo en Hispanoamérica, señaló, dirigiéndose a Cristina: "Me impactó extraordinariamente que te quisieran matar, me afectó por Argentina, por ti, que la violencia política volviera otra vez a este querido país que tanto luchó por ser una sociedad sin violencia política, que es en definitiva toda aspiración civilizatoria”. "Los Kirchner (ella y su difunto esposo, Néstor) forman parte de mi sentimiento político, por eso estoy aquí". Y dejaron un "legado de Argentina al mundo, el de la lucha por los derechos humanos. Eso se hizo con Néstor y Cristina, soy testigo, era jefe de Gobierno de España".

Por su parte, el exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón señaló: "Hablar de la vicepresidenta es hablar de un ejemplo de dedicación al pueblo y su confrontación frente a los poderosos, nunca se echó atrás bajo ninguna circunstancia”. "Se persigue una proscripción de una persona que ha dedicado su vida al servicio público desde la política. Cuando hablan de depredación, cómo se puede decir eso si no tienes las pruebas incontestables. No puedes hacer juicios de valor porque genera una desconfianza que pasarán décadas hasta que la gente vuelva a confiar en la Justicia", dijo Baltasar Garzón. "Si hay alguien indigno en esta historia fueron los jueces y fiscales que intervinieron en ese atropello”. "Nos dicen los que nos quieren que nos duele la herida. No, lo que ocurre es que no nos callamos frente a un atropello judicial y no lo vamos a hacer".

Lo que nos faltaba por ver... a un expresidente y a un exjuez arremetiendo contra la independencia judicial, en este caso de Argentina, pero podrían hacerlo de otros muchos países. Tiempo al tiempo.