El problema no es si Trump es un poco chulo -que lo es-, el problema es si tiene razón cuando acusa a España de asegurar que no va a cumplir el gasto en defensa que ha firmado... y tiene toda la razón.
Tras la Cumbre de la OTAN en La Haya -miércoles 25- llegó el Consejo Europeo de Bruselas... y los socios pensaron lo mismo: No es Trump contra España, es Europa contra la España de Sánchez: ¿cómo vas a confiar en una señor que estampa su firma en el 3,5-5% del gasto militar y a renglón seguido sale en rueda de prensa a decir que él invertirá el 2,1%, mejor, el 2%.
¿Y cómo vas a confiar en alguien que te toma por idiota a todos y todas, cuando asegura que él con el 2,1% ofrece lo mismo que le resto de los 31 países que componen la UE?
Dicho de otra forma, Sánchez está llamando idiotas a los gobernantes de los siguientes países: Albania, Alemania, Bélgica, Bulgaria, Canadá, República Checa, Croacia, Dinamarca, Estados Unidos, Eslovaquia, España, Estonia, Eslovenia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Macedonia del Norte, Montenegro, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumanía, Suecia, y Turquía.
Y encima, el injuriante es socio de gobierno de comunistas del tipo Yolanda Díaz -nuestra Yolandísima- quien repite, exaltada, que España no es el vasallo de Estados Unidos y tiene como ministra a una Margarita Robles -¡Qué bajo has caído Margarita!- quien asegura que a ella nadie le dice lo que tiene que hacer. No te están diciendo lo ue tienes que hacer, Margarita: te están diciendo lo que tienes que cumplir. Y si no querías cumplirlo no haberlo firmado.
Gracias a nuestro Gobierno, España ha quedado, no ante Estados Unidos, sino ante sus socios europeos, a la altura del betún.
El prestigio internacional de España con Pedro Sánchez se derrumba. Nadie entiende que se firme un 5% y se aplique un 2% y encima lo anuncie en rueda de prensa, minutos después de la firma. Con todo esto, Trump se carga de razón... porque la actitud de Sánchez, es injusta. Giorgia Meloni se ríe: peor si ha firmado lo mismo que yo... Alemanes, británicos y franceses miran hacia otro lado para no abochornar a su socio pero ya saben que no puede contar con él.
Y en el interior, cuanto más se asienta el Frente Popular sanchista en el poder, más crece el guerracivilismo. Si lo quieren en comparación clásica, Sánchez nos retrotrae a febrero de 1936, con la formación de un Frente Popular calcadito al actual (socialistas, comunistas y nacionalistas), que desencadenó la Guerra Civil.
Si lo quieren en comparación moderna, Sánchez esta bolivarizando España. Es decir, creando, en nombre del progresismo, una democracia formal que esconde una tiranía de hecho, a la que sólo se podrá expulsar por la fuerza. Y entonces, naturalmente, estaremos hablando de golpismo.
A partir de ahí, un cúmulo de mentiras... y pobre de ti si no las aceptas y las defiendes como grandes verdades. Figúrate que no pisarás una tertulia de televisión. Por ejemplo, el Gobierno español se enfrenta a Trump y asegura que la Unión Europea es quien negocia con la Casa Blanca la política comercial, es decir, los aranceles, así que no hay nada que temer de las amenazas de Trump. Como siempre, Sánchez, el gran mentiroso, eso no es nada más que la verdad pero no toda la verdad.
Primero, porque Washington no puede imponer aranceles sólo a España, pero sí contingentes solo a España, que es peor. Arancel es que te pongo más caro tu producto, contingente es que tu producto no entra en mi país... y punto.
Y no creo que a Ursula von der Leyen, que ahora negocia con Estados unidos, le apetezca mucho que Estados Unidos se vengue de Sánchez en el conjunto de Europa. Por cierto, un error de Trump de quien debe vengarse es de China.
El Sanchismo lleva a España al desastre fuera pero también dentro de nuestras fronteras. Así, el Tribunal Constitucional avala la vergonzante Ley de Amnistía con la que Sánchez compró La Moncloa. Por seis votos, los nombrados por el PSOE, a cuatro, los nombrados por la derecha... para demostrar que este tribunal de garantías es un tribunal independiente y democrático (está claro que el Constitucional debe desaparecer).
Con la sentencia del TC en la mano, Sánchez asegura, con esa cara de hombre bueno dolido por la incomprensión ajena -mayormente ultra- a la que ahora parece abonado, y por la que ya empieza a ser conocido como 'Morritos', que se ha solucionado el problema catalán.
Lo cierto es que la Ley de Amnistía no ha servido para nada. Lo primero que han hecho ERC y Junts es reafirmar la independencia de Cataluña, es decir, el origen del problema.... pero Sánchez continúa en Moncloa 'quod erat demonstrandum'.