Es el asunto económico del verano: el precio de la luz. En efecto, está disparado, y como ya hemos informado en Hispanidad, las causa principales son dos: el disparado precio del gas y el disparado precio de los derechos de emisión de CO2. Y es que por más que se empeñe Teresa Ribera, España sigue necesitando del gas y no puede permitirse los disparatados precios de los derechos de emisión.

Total, que como no se le ocurre nada, don Pedro Sánchez se dispone a hacer lo de siempre: que Europa cambie el sistema de fijación de precios del mercado de la luz. Así el culpable será Europa y él aparecerá como un hombre de concordia y consenso. Ahora bien, el Gobierno podía bajar los impuestos que gravan la luz y que constituyen 1 de cada 2 euros que paga Juan Español. Naturalmente, eso no lo desea y por eso prefiere enguiñarle el muerto a Europa, quien, presumiblemente, responderá aquello de a mí que me cuenta. Son eurócratas, pero no idiotas.

Por otro lado, conviene deshacer un equívoco que en tiempos de disparatada demagogia o de demagogia disparatada, como ahora mismo, se propaga sobre el precio de la energía. Aclaremos algo: la tarifa de la luz para las familias en España es cara, pero no la más cara de Europa. Donde sí nos ponemos a la cabeza de los países de nuestro entorno es en la tarifa eléctrica industrial. En otras palabras, los gobiernos europeos, especialmente el francés, tiende a proteger a su industria, el español no. Pero no, la tarifa española, comparada con la europea, no es tan elevada.

Y ojo, a la perla de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero: ha dicho que la culpa de todo la tiene el PP. En concreto, ha señalado que “el paso del señor Rajoy y del señor Aznar por La Moncloa fue nefasto para la política energética” porque “se cargaron el impulso de las energías alternativas”. Y por si esto no fuera suficiente, ha añadido: “si la apuesta que en su día hizo el Gobierno de Zapatero se hubiera continuado con el Gobierno del señor Rajoy, hoy por hoy no se estaría asistiendo a este precio desorbitado de la energía porque ya se habría tenido capacidad de generar energía renovable, almacenarla y distribuirla como está trabajando en este momento el Gobierno”. ¡Vaya cara más dura, Marisú!

La socialista andaluza debería recordar que el impulso de la energía verde que hizo Zapatero con generosísimas primas provocó que el déficit de tarifa alcanzara casi los 30.000 millones de euros... y a día de hoy (cerró 2020 en 14.294 millones) aún lo seguimos pagando. Además, el primero que recortó esas generosísimas primas no fue el Gobierno Rajoy sino el ministro socialista Miguel Sebastián cuando se dio cuenta del carísimo caos provocado por ZP y después siguió sus pasos el ministro popular José Manuel Soria. Y ojo, también debería tener en cuenta que las renovables nos han salido carísimas a los españoles: déficit de tarifa, reclamaciones milmillonarias, burbuja especulativa...