
La cantidad de bobadas peligrosas que ha podido exhalar en tres días de discursos pomposos en la Conferencia para el Desarrollo de Naciones Unidas, celebrada en Sevilla. Del primero de ellos ya hemos hablado. Pero las intervenciones estelares del presidente del Gobierno el martes y miércoles, son para ser leídas y releídas.
Lo curioso es que 'el hombre global' es el mismo español rodeado de presuntísimos corruptos y con sospechas firmes, también de sus socios, de que él es el primer beneficiario de la trama Cerdán-Ábalos-Koldo
Por decirlo pronto, Pedro Sánchez ha agarrado el presupuesto español y ha financiado la plúmbea Conferencia de Naciones Unidas para la Financiación del Desarrollo para su lucimiento personal, justo cuando le asedian los casos de corrupción y en la esfera internacional se ríen de él.
Lo más importante: Sánchez aboga por un gobierno mundial, de corte masónico, naturalmente, y no hace falta ser muy listo para descifrar su intención última: ser él quien presida ese Ejecutivo mundial bajo los principios del Nuevo Orden Mundial (NOM) que como ya hemos dicho en Hispanidad no es más que la masonería del siglo XXI con otro nombre y que, como la masonería histórica, no es más que un orden social furiosamente anti-cristiano y cristófobo.
Gobernanza global desde Naciones Unidas. Un dato: el mandato de Antonio Guterres como secretario general de Naciones Unidas termina el 31 de diciembre de 2026. A partir del 1 de enero de 2027 Sánchez podría ser el hombre llamado a crear la gran obra masónica, a presidir el gobierno del mundo mundial. En Europa, el presidente del Gobierno español ya no tiene futuro: le han calado demasiado, y en España, aunque él asegure que terminará la legislatura en julio de 2027, la verdad es que pocos creen que aguante hasta finales de este año.
Su campaña como futuro líder del Nuevo Orden Mundial (NOM), es decir, de la nueva masonería global, ha comenzado en Sevilla, financiada, con cargo a nuestros bolsillos, con la Conferencia para el Desarrollo de Naciones Unidas. En Sevilla, don Pedro ha abogado por la ciencia abierta e inclusiva, el comercio multilateral y la ideología de género
Su discurso globalista en Sevilla -van tres y no hemos terminado- camina por esa línea progre y tercermundista que tanto agrada al NOM. Con esos discursos, Sánchez ya se postula como el sucesor de Guterres.
Lo pintoresco es que 'el hombre global' es el mismo español rodeado de presuntísimos corruptos castizos, mesetarios... y con sospechas firmes, también de sus socios, de que él es el primer beneficiario de esa corrupción.
En cualquier caso, su campaña como futuro líder del Nuevo Orden Mundial (NOM), es decir, de la nueva masonería global, ha comenzado en Sevilla, financiada, con cargo a nuestros bolsillos, la Conferencia para el Desarrollo de Naciones Unidas. En Sevilla, don Pedro ha abogado por la ciencia abierta e inclusiva, el comercio multilateral y la ideología de género. Lo de la ciencia abierta recuerda aquello de la mente abierta de Chesterton: "Tener la mente abierta es como tener la boca abierta, un signo de estupidez. La mente, como las mandíbulas, sólo se abre para cerrarla de inmediato sobre algo consistente". Inclusiva supongo que significa que ningún descubrimiento científico puede darse por bueno salgo que haya sido 'descubierto' por un equipo inclusivo, donde figuren feministas, gays y algún trans, porque la verdad, al igual que la razón, lo único que tiene que incluir es la verdad, lo diga Agamenón o su porquero.
El Plan Sevilla consiste en instalar a los burócratas de la ONU en España y que los españoles les paguemos sus opíparos salarios
Abogar por el comercio multilateral sin aranceles tiene dos objetivos: presentarse como el líder progresista que se enfrenta al cerril Donald Trump, sin caer en la cuenta de que el libre comercio no es más que la ley de la Selva, donde se impone el colonialismo comercial y la explotación laboral. O sea, China.
Pero el proceso ya está en marcha: el Plan Sevilla consiste en instalar a los burócratas de la ONU en España y que los españoles les paguemos sus opíparos salarios. Es la forma de preparar su campaña hacia la Secretaría general de la ONU, embrión del futuro Gobierno mundial de Pedro Sánchez. A lo mejor los españoles, tras Cerdán, Ábalos y Koldo, dejan de creer en Sánchez pero... ¿por qué no tendrían que cree en el los neozelandeses, o los eslovenos o los chinos?