Para el Sanchismo las ideas son reversibles y los principios, tierra de ingenuos.

Ninguna exageración. El Movimiento Nacional de Francisco Franco no era otra cosa que la unión, en un mismo partido, de muchos partidos distintos. Aunque siguieran teniendo, cada uno, vida e ideología propias, todos estaban sometidos al Régimen. En definitiva, la oposición pasó a ser interna, no externa. Y las oposiciones internas resultan muy manejables.

Para la nueva etapa, el PSOE no quiere vencer al PP: quiere destruirlo y con ello perpetuar a Sanchez que pasaría a ser el líder del centro derecha español

Exactamente lo mismo pretende ahora Pedro Sánchez. Unir a socialistas, comunistas, separatistas y otros centrífugos varios alrededor de su Gobierno, en calidad de miembros o de colaboradores, amén de mandamases en sus zonas de cobertura territorial o ideológica.

Ahora bien, aquí, no como en el Movimiento Nacional de Franco, surgido de una cruenta guerra civil, todavía hay oposición, representada por PP y Vox. Por eso, en una sorprendente rueda de prensa (la creíamos educada) la portavoz del PSOE, Pilar Alegría, arremetió contra la persona, que no contra el partido, de Alberto Núñez Feijóo. Si quieres destruir un partido, calumnia a su líder. En el presente caso, además, muy poco líder.

La andanada resultó poco elegante por parte de doña Pilar, luego seguida por el vulgarísimo Félix Bolaños y por otros líderes socialistas, como la cada vez más entregada a la causa, Marisu Montero. Pero es que hay que entender que el disciplinado ejército sanchista debe cumplir la pretensión de Sánchez, que no es otra que fagocitar al PP, considerado como un apéndice de Vox, para perpetuarse en el poder. No el PSOE, sino Sánchez.

Ya sentó muy mal en Moncloa que el Rey nominara a Feijóo en primer lugar. Un nuevo error sería considerado un horror y se plantearía la cuestión republicana, ahora dormida

Una mentira, claro. Es más, el PP se ha convertido en un partido progre de derechas como el PSOE es un partido progre de izquierdas. Tanto Sánchez como Feijóo han arramblado con los valores cristianos que constituyen la esencia de la historia de España.

Pero es que no se trata de una discusión ideológica -¡Ojalá!-, se trata de que Sánchez pretende perpetuarse en el poder como caudillo. Eso sí, democráta, claro está- de España. ¿De qué España? Eso le es igual... con tal de que él sea el presidente.

Sirva este largo introito para la noticia: fuentes monárquicas trasmiten a Hispanidad que Moncloa ha vuelto a amenazar a Zarzuela: Sánchez exige al rey Felipe VI que en cuanto Feijóo fracase el nominado para formar gobierno sea él y con carácter de urgencia. No aceptará más dilaciones, que es lo que ya ha sufrido con la nominación de Feijóo. Y sin hacer preguntas, esas preguntas que el jefe del Estado puede y debería hacer. La primera de todas: ¿la alianza con Puigdemont, Junqueras, Otegui y Ortuzar es buena para España? Los sanchistas, sobre todo 'El Bolas', insisten, y RTVE y La Sexta se hacen eco del asunto todos los días: el Rey es un pieza automática que actúa según marque la interpretación de las normas que haga el Ejecutivo. Lo otro no sería democrático: o sea que el Rey apruebe la nominación de Sánchez como candidato a la Presidencia del Gobierno... y rapidito.

Y si no lo consigue, el NOM enviará a Sánchez a la Comisión Europea

Ya sentó muy mal en Moncloa que el Rey nominara a Feijóo en primer lugar. Un nuevo error sería considerado un horror y se plantearía la cuestión republicana, en este momento dormida, pero que no costaría mucho revivirla. Por ejemplo, con una campaña contra Juan Carlos I. Además, ahí la reina Letizia colaboraría con entusiasmo.

Repasando: el Gobierno social-comunista de Sánchez y Yolanda amplía el cordón sanitario de Vox al PP: de hecho, está creando el movimiento nacional sanchista. Recuerden: extrema derecha y derecha extrema. Próxima parada: Murcia. No se trata de consider a Vox un partido ultra, eso ya lo ha conseguido, se trata de que el PP también pase a ser considerada una formación radical.

Dicho de otra forma, para la nueva etapa el PSOE no quiere vencer al PP: quiere destruirlo y con ello perpetuar a Sánchez, que pasaría a ser el líder del centro derecha español. Sí, de la moderación... unida a la ultraizquierda y a todos los que quieren destruir España para guardar la estabilidad: Do you understand?

Y si no lo consigue, el Nuevo Orden Mundial (NOM) enviará a Sánchez a la Comisión Europea, en sustitución de Ursula Von der Leyen.