Leonor de Borbón heredera al Trono de España, cumple hoy, 31 de octubre de 2023, los 18 años de edad y ha jurado la Constitución. Todo son ventajas. Por ejemplo, si mañana se muere el Rey Felipe VI, Doña Letizia Ortiz ya no sería regente de España. Le sucedería de forma inmediata su hija Leonor.

¿Será Leonor I de España una reina católica? Desde luego, no ha sido educada para ello y el problema es que la monarquía española debe ser referencia cristiana para la descristianizada España... o no será

En cualquier caso, la muy solemne jornada del miércoles se puede resumir en la jerigonza de los tertulianos, al menos dos de las cuales insistían, como hiciera un día antes Paco Lobatón, quien retransmitiera la jura de Felipe VI, en que el cambio era tremendo: del blanco y negro al color. No por las cámaras de RTVE sino porque en la anterior jura, la del actual monarca, se trataba de un hombre jurando ante otro hombre, Felipe de Borbón ante Gregorio Peces Barba, y ahora es una mujer ante otra mujer, Leonor de Borbón frente a Francina Armengol. Lo que han cambiado los tiempos, oiga usted. A lo mejor era porque coincidía que entonces el presidente del Congreso era un varón y el juramentado otro varón ... y ahora se da la circunstancia de que la presidente del Congreso es una mujer y la juramentada es... otra mujer. Los tiempos han cambiado que es una barbaridad gracias al radiante feminismo que nos embarga.

La contradicción eterna de Sánchez: flanquea al Rey mientras pacta con todos los groseros ausentes en la ceremonia de Jura de la heredera al Trono. Una contradicción andante

En este ambiente de intelectualismo ligeramente frívolo, nos hemos encontrado con una Leonor de Borbón que ha jurado la Constitución... a la medida de Sánchez: en ausencia del apestado Rey Juan Carlos I, precisamente el hombre que trajo la democracia a España. Y, también, con la contradicción eterna del presidente del Gobierno en funciones: flanquea al Rey mientras pacta con todos los groseros ausentes en la ceremonia de Jura de la heredera al Trono. Es decir, sus socios de gobierno: los comunistas de Sumar y Podemos, más ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG. 

No sólo eso: tres de esos socios, ERC, Bildu y BNG, elegían tan solemne día para arremeter contra la monarquía en un comunicado, más que nada para mostrar su mala crianza (ver documento adjunto).

Pero allí estaba Sánchez, para ofrecer "afecto" a Leonor de Borbón quien escuchó, no con especial cariño, al presidente en funciones, el mismo que ha puesto a su padre contra las cuerdas y que -así lo recogen las memes de los ciudadanos -siente una especial inclinación a ocupar el trono.

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Eso sí, dos advertencias de la futura reina al Sanchismo: "Señoras y señores ministros", a guisa de saludo. En efecto, así es como se debe hablar sin caer en las estupideces del lenguaje inclusivo: el cargo en el género neutro -que diría Emmanuel Macron-, el masculino, y las personas según su sexo. 

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Y la segunda bofetada a Sánchez: mi principal objetivo será la unidad y permanencia de la nación española.

Otra cuestión nada baladí:¿Será Leonor I de España una reina católica? Desde luego, no ha sido educada para ello. Y no es una cuestión tangencial porque la monarquía española, más que ninguna otra monarquía en el mundo, está obligada a ser una referencia cristiana para la descristianizada España... o simplemente no será. Leonor de Borbón y Ortiz haría bien en recordarlo.

Para vencer a Sánchez, el Rey no se puede apoyar en las instituciones. pero sí en la ciudadanía. Ahora bien, ¿cómo quiere Felipe VI que el pueblo le apoye cuando contempla que no respeta ni a su propio padre, al que mantiene exilado en Abu Dabi?

En cualquier caso, ¿qué hubiera ocurrido si, tal y como correspondía, SM d. Juan Carlos I, hubiera sido invitado a acto, como era menester? A lo mejor el que no había acudido entonces hubiera sido Pedro Sánchez. ¿Y ¿quién hubiera salido perdiendo, el Rey o el presidente del Gobierno? Sin duda el segundo. El actual monarca aún no ha entendido que, si quiere enfrentarse a su enemigo, antes de que le quite el puesto, debe apelar al pueblo. Sánchez es un aprendiz de totalitario, alumno aventajado en acrecentar su poder, alguien que ha ido invadiendo, una a una, todas las instituciones publicas. Ergo, en ellas no se puede apoyar el monarca. pero sí en la ciudadanía.

Ahora bien, ¿cómo quiere Felipe VI que el pueblo le apoye cuando contempla que no respeta ni a su propio padre?

Por cierto, muy bueno lo de Felipe González. a la entrada a la ceremonia, preguntado si él se hubiera entrevistado con Puigdemont, respondió: ¿por quién me toma?