Ayer miércoles tenía lugar la ultima reunión del año del Consejo de Gobierno andaluz.

Entre los temas aprobados, el presidente andaluz, Juanma Moreno, olvidaba mencionar la decisión de subir los sueldos de 269 altos cargos, entre ellos, el suyo propio. Moreno se subirá el sueldo un 21,8%, pasando de 71.667 euros anuales en 2023 a 87.333 euros a partir de 2024.

Las explicaciones y excusas corrían a cargo de el portavoz de la Cámara, Ramón Fernández-Pacheco, que señabala que Moreno era "el penúltimo presidente" autonómico peor retribuido, pese a presidir "la comunidad autónoma que tiene más población de España", la que cuenta con un presupuesto mayor y es "la tercera economía del país".

En efecto, el sueldo de Moreno está muy alejado del presidente autonómico que mejor cobra, el catalán Pere Aragonés, que percibe más de 136.000 euros anuales, o que el lehendakari, Íñigo Urkullu, con 106.778 euros anuales. 

"Va a seguir cobrando un 5% menos que, por ejemplo, algunos portavoces cuyo grupo parlamentario tiene cinco miembros" sostiene Fernández-Pacheco, que añada que Moreno es "el diputado que menos cobra del Parlamento de Andalucía pese a ser le que más responsabilidad tiene". además, ha defendido que la subida de sueldo es justa. 

No entramos a valorar si su gestión bien merece una subida salarial, lo cual implicaría que puede ser un incremento justo, pero lo justo, no es siempre lo correcto. Y más cuando hace menos de un mes acusaba a Pedro Sánchez de estar generando "una gravísima crisis institucional, política y social" que "probablemente también será económica" tras "claudicar" ante los independentistas.