"Son ya siglos de andaduras en esta montaña santa. Los caminos que se abren en nuestros bosques tienen las rodadas de tantas pisadas: hombres y mujeres que buscan respuesta a sus preguntas, el bálsamo para sus heridas, la certeza en sus dudas, y la fortaleza en la debilidad". Así saludaba monseñor Jesús Sáenz Montes, arzobispo de Oviedo, a los fieles que acudieron al santuario de Covadonga en los Picos de Europa, donde se inició la reconquista y la re-evangelización de España, el domingo 8 de septiembre, festividad de Nuestra Señora de Covadonga.

A los fieles que acudieron, porque la izquierda no fue, entre ellos el ausente, aunque "muy creyente" como asegura la prensa progresista, presidente de Asturias don Adrián Barbón.

Con ironía, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, responde a los socialistas Adrián Barbón y Adriana Lastra: "Enseñar al que no sabe es una obra de misericordia. Dado que algunos están empeñados en enseñarme a predicar, intentaré mejorar y ser niño aplicado"

Es esa misma prensa que ha iniciado una campaña contra Monseñor Sanz, enfadadísimos porque el prelado hace "homilías políticas de ultraderecha". O sea, que dice lo que tiene que decir, la doctrina cristiana, sin miedo a la censura progre. Y claro, eso no puede ser: es sabido que, en 2024, ser fiel al Catecismo católico es ser un ultra.

Lo mejor contra la manipulación progre es acudir al original. Pues bien, esta es la homilía completa del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz. Aconsejo su lectura directa porque si nos atenemos a las crónicas podemos extrañarnos un poco de cómo de esto puede salir eso. Lo mejor, insisto, es acudir a la propia Iglesia, al menos si queremos enterarnos de algo.

Autoridades

 

El núcleo de la homilía de Covadonga de Sanz Martos se resume en este párrafo, sin desperdicio: "Bienaventurados los que amáis la vida en todos sus tramos y circunstancias: la del no nacido, la del anciano o enfermo terminal y la vida que está entre ambos extremos a veces penando por la precariedad económica y laboral, por la falta de libertad o la inseguridad que genera toda violencia sea cual sea su trinchera. Bienaventurados los que amáis la verdad, esa que nos hace libres como nos dice Jesús, y os distanciáis de la mentira y de los mentirosos cuando sin recato se banaliza la palabra dicha y luego contradicha sin ruborizarse cambiando de idea o traicionándola. Bienaventurados los que amáis la familia fundada entre hombre y mujer, abiertos a la bendición de los hijos, en un 'para siempre' lleno de respeto y ternura enamorada, aunque pasen los años y aparezcan las canas, aceptando que hay otras formas de convivencia que necesitarán el reconocimiento legal de sus derechos, pero nunca la equiparación con la familia. Bienaventurados los que amáis el legado recibido de nuestros mayores como una tradición de sabiduría y con inteligencia os prevenís contra toda reducción manipuladora con agendas (alusión a la Agenda 2030 y a su matriz, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS) tramposas que nos pervierten, colonizan y nos enfrentan con insidias debilitadoras. Bienaventurados los que amáis esta casa común que es la madre tierra cuidándola y respetándola, como dice el papa Francisco, sin ceder a ideologías climáticas de los que hacen su agosto a su costa todos los meses del año. Bienaventurados los que amáis la igualdad entre hombre y mujer en su complementariedad diferenciada, sin el machismo prepotente que mata y sin el feminismo empoderado y excluyente que impone su dictadura de género".

No lo duden cuando los progres españoles acusan a algún obispo y le dicen que hace política ultraderechista... es que ese obispo está diciendo lo que tiene que decir un obispo... y otros prelados callan por miedo

¿Es esto meterse en política? Por supuesto que sí, pero en política de la buena. El Obispo Sanz ha lanzado con ese descripción un mensaje, tanto a PSOE como a PP (yo diría que, últimamente, también a Vox, donde empiezan a surgir los cristianos vergonzantes).

Como concluye el obispo Sanz, para que quede claro: "Este púlpito no tiene detrás unas siglas políticas aunque algunos se empeñen en ponerlas, sino un juicio moral que nace de la Palabra de Dios y de la tradición cristiana". Pero sin renunciar a ella.

La hasta hoy olvidada Covadonga se está convirtiendo en el inicio de una nueva re-conquista o re-evangelización de España, con Santa María como eje. No es mala noticia para los tiempos que vienen. Y además, con carácter de urgencia. "Bendita la Reina de nuestra montaña que tiene por trono la cuna de España

El arzobispo de Oviedo, Don Jesús Sanz Montes arremetió en Covadonga, dónde mejor, arremete contra la ideología de género y la ideología climática. Desde la Basílica de la Santina, a los pies del Monte Auseva, este buen sacerdote ha puesto sobre la mesa las claves de la re-evangelización de España, siempre a la sombra de Santa María. Y sí: esa reconquista es España, esa re-evangelización tendrá que hacerse contra el PSOE y contra el PP: ambos partidos ya han elegido campo de juego, la mayoría de sus líderes no creen en Cristo y, por tanto, no aman a Cristo.

Monseñor Sanz está convirtiendo Covadonga en lugar de peregrinación juvenil... "nada comparable al campo de suciedad y basura de otras concentraciones no lejanas, con motivo de eventos musicales, deportivos o populares". Este cura habla clarito y con dos... bemoles

Con ironía, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz responde a los socialistas Adrián Barbón, presidente del Principado y Adriana Lastra, delegada del gobierno en Asturias: "Enseñar al que no sabe es una obra de misericordia. Dado que algunos están empeñados en enseñarme a predicar, intentaré mejorar y ser niño aplicado". Anda, vuelve a por otra.

Y es que, no lo duden, cuando los progres españoles acusan a algún obispo de estar haciendo política, y política ultraderechista... no lo duden, es que ese obispo está diciendo lo que tiene que decir un obispo... y otros prelados callan por miedo.

La hasta hoy olvidada Covadonga se está convirtiendo en el inicio de una nueva re-conquista o re-evangelización de España, con Santa María como eje. No es mala noticia para los tiempos que vienen. Y además, con carácter de urgencia. "Bendita la Reina de nuestra montaña que tiene por trono la cuna de España", reza el himno: ahí va a empezar todo. ¿En Covadonga? No, en Santa María de Covadonga.

Por de pronto, Monseñor Sanz está convirtiendo Covadonga en lugar de peregrinación juvenil... "nada comparable al campo de suciedad y basura de otras concentraciones no lejanas con motivo de eventos musicales, deportivos o populares". Este cura habla clarito y con dos... bemoles.