En periodo de interregno, la técnica del socio-comunismo no varía: decir poco y manipular mucho. Pero para eso se basta y sobra, sola ante el peligro, la ministra Portavoz, la mujer que tiene respuesta para todo porque, le preguntes lo que le preguntas ella contesta siempre lo mismo
Consejo de Ministros del martes 25 de julio. Sólo habla Isabel Rodríguez: en periodo de interregno, la técnica del socio-comunismo no varía: decir poco y manipular mucho. Pero para eso se basta y sobra, sola ante el peligro, la ministra Portavoz, la mujer que tiene respuesta para todo porque, le preguntes lo que le preguntas ella contesta siempre lo mismo.
Así, el Sanchismo cambia de legislatura pero no de lenguaje: con la ley de la vivienda se ha consolidado "el derecho a la vivienda", asegura Rodríguez. Es lo que tiene la taumaturgia progresista: escribe algo en el BOE y, como por ensalmo, se hace realidad. Ejemplo: tras el correspondiente reconocimiento del derecho a la vivienda, surgen viviendas por doquier, todo el mundo tiene acceso a un piso, en propiedad o en alquiler, quizás en ambas cosas, a preciso asequibles, claro que sí.
El Sanchismo cambia de legislatura pero no de lenguaje: con la ley de la vivienda se ha consolidado "el derecho a la vivienda
Rodríguez no se ha cortado un pelo al poner este bello ejemplo como muestra del quehacer del Gobierno, razón por la cual el PSOE ha ganado las elecciones del 23-J. Bueno, no las ha ganado, exactamente, pero nadie puede dudar, claro que no, de que el bloque involucionista, formado por PP y VOX, que impedía "avanzar en derechos" ha fracasado.
¿Y gobernar, propiamente dicho? Pues al estilo Sánchez, una subvención y después otra. Subvención a subvención llevamos cuatro años de gobiernos progresista, avanzando en derechos frente al bloque involucionista. Como dijo John F. Kennedy: Cuanto peor lo hago, más me aplauden.
Otros 25 millones de euros en subvenciones públicas contra el racismo, o sea a repartir entre ONG amigas, naturalmente
En este Consejo dos subvenciones más: 52 millones de euros para que la facultad de medicina enseñe a ser médicos a 700 alumnos más. Eso sí, todo para universidades públicas, claro, porque es sabido que las facultades de medicina privadas, además de fascistas, sólo forman malos, muy malos médicos. Además, los médicos privados no curan ni un resfriado.
¿Y dinero público para exigir a los inmigrantes que respeten a los españoles, en especial a la mujer española, por ejemplo a los musulmanes? No, que eso sería xenofobia
Otra subvención pública, que el dinero público no es de nadie: 22,5 millones de euros contra la xenofobia y el racismo. Oiga y además con fondos europeos, esos que iban a servir para reindustrializar España y que, al final, sirven para limosnas que pagaremos entre todos, la mitad con intereses y otro tanto a través de fondos europeos a los cuales los españoles aportamos tanto como recibimos.
Es decir, 22.5 kilos para que el español aprenda a respetar al inmigrante... ¿y exigir a los inmigrantes que respeten a los españoles, en especial a la mujer española, por ejemplo los islámicos? No, que eso sería racismo.