Prosigue el paripé electoral de Sánchez en Cataluña. Un periodista catalán preguntó el martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, si recurrir la iniciativa legislativa popular por una nueva Declaración Unilateral de Independencia (DUI, que no DIU) no suponía, por parte del Gobierno de España, volver a judicializar el problema catalán.

La reconciliación consiste en que los indepes se arrepientan, o al menos den marcha atrás en lo que hicieron. Pero aseguran que no se arrepienten de nada y que volverán a hacerlo. Entonces, ¿de qué sirve el perdón de Madrid? De nada

La pregunta resultaba tan pertinente como malintencionada y, naturalmente, no fue respondía por el lenguaje cantinflesco de Félix Bolaños ni por el lenguaje tautológico de Pilar Alegría.

En efecto, Moncloa ha llevado al Constitucional de su Cándido Conde Pumpido la iniciativa legislativa Popular aprobada por el Parlamento catalán y naturalmente el TC, esta vez sin retorcimientos argumentales, responderá que una DUI es anticonstitucional. Pero la pregunta del colega resultaba pertinente porque otra de las jerigonzas de Sánchez, es esa, que él ha desjudicializado el problema catalán y lo ha devuelto a la política, de la que ya se sabe que sólo pueden salir la reconciliación y la concordia.

La única solución noble para Cataluña es volver al 155. Los problemas no se solucionan, jamás, con la mentira y el Estado de Derecho, o sea, la democracia, consiste en el cumplimiento de la ley. Los indepes hacen tiempo que caminan fuera de la ley... y encima se enorgullecen de ello

Por eso mismo, Puigdemont ya ha pedido otro referéndum. Es decir, Pedro Sánchez presume de haber solucionado el procés catalán y de haber "normalizado" -a lo mejor es que era anormal- la política catalana. La verdad es que esta Semana Santa ha vuelto a demostrase que lo que ha hecho es enquistarlo. Así, Carles Puigdemont, el héroe nacional catalán, ha fechado para 2025 el referéndum separatista, al tiempo que recalca que el primer objetivo, tras indultos y amnistías, del nacionalismo catalán será la independencia.

Es más, cuando el Parlament aprobó la iniciativa legislativa popular, ERC, que no olvidemos gobierna en Cataluña, se abstuvo pero ahora brama porque Madrid ha vuelto a judicializar la política catalana.

No, el Sanchismo no ha solucionado el problema catalán: lo ha enquistado.

En Cataluña, la reconciliación sólo será posible por imposición y por el lenitivo del tiempo; dejar que pase esta generación de orates indepes, o sea la 'Generación Puchi'

La única solución noble es volver al 155 para los indepes y al artículo 102 para Pedro Sánchez. Entre otras cosas porque esa es la única forma de salvar a más de la mitad de la población catalana que es ajena a la chifladura indepe. Sí, ya sé que Mariano Rajoy lo aplicó mal pero los problemas no se solucionan, jamás, con la mentira y la verdad asegura que el Estado de Derecho, o sea, la democracia, consiste en el cumplimiento de la ley y los indepes hacen tiempo que caminan fuera de la ley... y encima se enorgullecen de ello.

Y la reconciliación consiste en que los indepes se arrepientan, o al menos den marcha atrás, en lo que hicieron. Pero aseguran que no se arrepienten de nada y que volverán a hacerlo. Es decir, no tiene dolor de los pecados ni propósito de la enmienda. Entonces, ¿de qué sirve el perdón de Madrid? De nada. En Cataluña, la reconciliación sólo será posible por imposición y por el lenitivo del tiempo; dejar que pase esta generación de orates indepes, o sea la 'Generación Puchi'. Lo de la concordia de Sánchez no más que es un paripé.